<< En
el año de Nuestro Señor de 1894 me convertí en proscrita. Igual que muchas
otras cosas, no ocurrió de repente.
Primero
me tuve que casar. El día de mi baile nupcial me sentía afortunada. A mis
diecisiete años, no era la primera muchacha de mi clase que se casaba, pero sí
una de ellas, mi marido era un joven apuesto de buena familia (tenía tres
hermanos, como yo, y su madre era una de siete hijos). ¿Lo quería? Mis amigas y
yo solíamos decir que queríamos a nuestros enamorados; recuerdo pasar horas
hablando de sus anchas espaldas, de su manera de bailar torpe pero encantadora,
de la timidez con que pronunciaba siempre mi nombre. >>
Las cosas siempre han sido más difíciles para las mujeres. Es un hecho. Pero si naces mujer en el lejano, primario, intransigente y puritano oeste de Estados Unidos en el siglo XIX, y no eres capaz de tener hijos, sea o no culpa tuya, pierdes todo tu valor. E incluso puedes ser acusada de brujería y acabar colgando de una soga.
Esta es
la historia de Ada. Se ha casado muy joven y enamorada, pero los niños no llegan
en el primer año y eso la pone en el punto de mira de su familia, de su círculo
de amigas y de la comunidad completa. Su madre es partera y la ha acompañado
desde bien pequeña cada vez que atendía a una mujer embarazada. Ella sabe que no
está maldita. Ni embrujada. Que la ciencia, como le enseñó su madre, tiene
respuestas lógicas para los úteros vacíos. Pero los demás no.
Cuando es
acusada de brujería, el sheriff se “apiada” de ella y, en lugar de condenarla a
la horca, le permite ingresar en un convento. Aunque parezca extraño, es allí
donde oirá hablar de Kid y su banda, a la que acabará uniéndose
irremediablemente. A su lado nada es como se imaginaba. No solo es diferente: es
mejor. Y por primera vez en su vida se sentirá completamente libre y con un
sueño por el que luchar: crear un lugar seguro para todas las mujeres yermas.
Me
encontré con este libro por casualidad y lo abordé sin grandes expectativas porque
el western nunca ha sido santo de mi devoción. ¡Qué equivocada estaba! Descubrí
una historia maravillosa, original, emocionante y transgresora. Un western
feminista donde la sororidad es la clave.
Me ha
encantado.
SLHLT
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