domingo, 31 de diciembre de 2017

2017: esto se acaba

El 2017 se acaba y toca hacer balance de lo leído en la segunda mitad del año, igual que hice con la primera, allá por el mes de julio. ¡Qué rápido pasa el tiempo!

Estos meses he leído menos que en los anteriores (la vida se me ha complicado y "completado" un poco más de lo que yo esperaba) y he reseñado 23 de ellos. Y aunque sé que los números no son importantes, los menciono porque a más de un lector que yo conozco le da una extraña paz lo de contabilizar las cosas...

La mitad han sido de escritoras y eso sí que me parece importante. Y he de decir que muy buenas, o al menos a mí me lo han parecido.

He descubierto a Lara Moreno, a Cristina Cerrada, a Rosa Ribas y a Laura Castañón. Me he reconciliado con David Trueba. He continuado las sagas de Eva Gª Sáez de UrturiMaría Oruña y de mi adorado Camilleri. He reído con la obra teatral de Yasmina Reza y he disfrutado de novelas gráficas estupendas de la mano de Rayco Pulido y Pablo Monforte.

Mi corazón se ha desbocado de la mano de Paul Pen, Federico Axat y Shirley Jackson. Y se ha vuelto a acompasar gracias a Hiromi Kawakami. He disfrutado con las rarezas de Amélie Nothomb y Julio José Ordovás. He aprendido de Chimamanda Ngozi Adichie ¡¡Y me he vuelto loca con Mark Twain!!

He leído, leído y leído. ¡¡Y me ha hecho feliz!! Que es de lo que se trata.

Y si queréis una recomendación, aquí os dejo mi trío de ases de esta segunda mitad del año.


Disfrutadlos. 

Y ¡feliz año nuevo!
SLHLT

jueves, 28 de diciembre de 2017

Me declaro culpable


- ¿Cómo se declara la acusada?

- Culpable, señoría. Me declaro culpable.

- ¿Quiere la acusada confesar su crimen?

- Sí, señoría. Espero que alivie mi conciencia.

- Prosiga.

- He de reconocer que ya había sucedido antes, señoría. No es la primera vez que abandono un libro sin terminar de leerlo... Pero este año había hecho propósito de enmienda. Trataría de elegirlos con cuidado, incluso asegurándome de que vinieran recomendados por lectores fiables y de confianza contrastada. Y si aún así alguno de ellos se resistía a "engancharme", les daría una segunda oportunidad. 

No sé qué ha podido pasar...

- Tenemos su confesión y no hay ninguna duda de su culpabilidad. ¿Quiere la acusada añadir algo más antes de que dicte sentencia?

- Sí, señoría. En mi defensa he de decir que tanto Mac y su contratiempo como Una vida mejor me resultaron tremendamente aburridos. Y no me sentí mal abandonándolos sin llegar ni a las 50 páginas. ¡La vida es muy corta para leer libros aburridos!

- Recuerde que quien ha de juzgarla soy yo.

- Disculpe, señoría. Un caso distinto fue el de La novia ladrona. Margaret Atwood es una gran escritora y lo que había leído de ella hasta el momento me había encantado. Además venía avalado por una lectora de pata negra... Pero no pude con él. En este caso lo intenté hasta en tres ocasiones y superé las 300 páginas, pero algo fallaba, y lo dejé. Con Querido Miguel me siento también en falta, pues creo que llegó a mi vida en un momento en el que mi capacidad de concentración era tan escasa que me sentía incapaz de meterme en la historia. Creo que le daré otra oportunidad más adelante, señoría. Y no tengo más que añadir.

- El juicio queda visto para sentencia.

SLHLT

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Un lugar a donde ir

Un lugar a donde ir es la segunda parte de Puerto escondido. Y aunque son libros que se pueden leer de forma independiente, ya que la historia principal se cierra en cada uno de ellos, y no hay demasiados “spoilers”, yo os pediría que los leyerais en orden, pues disfrutaréis más de la trama y de ir descubriendo a los personajes. Dicho esto, ¡vamos al lío!
Seis meses después de haber resuelto los crímenes que tuvieron en vilo a los vecinos de Suances, la teniente de la Guardia Civil Valentina Redondo se verá de nuevo inmersa en un caso de lo más particular: el cadáver de una mujer vestida con un traje medieval aparece en la Mota de Trespalacios
Y nadie ha visto nada. 
La cosa se complica al averiguar que la moneda que llevaba colgada no es de la misma época que la supuesta “princesa medieval”. Y cuando días más tarde aparece otro cadáver, que nada tiene que ver con ella, pero que también es portador de una moneda similar, todo apunta a la mano ejecutora de un asesino en serie cuyos motivos se le escapan.
Mientras Valentina intenta resolver su puzle particular, Oliver trata de encontrar el paradero de su hermano. La llamada perdida que unas semanas atrás registró su teléfono móvil ha dado nuevas alas a su esperanza. 
Lo que no sabe es que la llegada de una visitante inesperada trastocará sus vidas de un modo inimaginable.
Un thriller muy bien cuajado. Una documentación soberbia. Dos tramas que parecen independientes. Flashbacks al pasado para que el lector descubra el origen de las relaciones entre los protagonistas. Un narrador omnisciente a la par que siniestro. Un puñado de historiadores, arqueólogos, geólogos y espeleólogos buscando secretos bajo la superficie terrestre. Y Cantabria y su paisaje, ciudades, ríos, museos y cuevas, como escenario y coprotagonista de toda la historia. Esto es lo que os vais a encontrar y lo que hace de este libro una lectura muy entretenida que seguro que vais a disfrutar.
Aunque la historia de Puerto escondido me gustó más, en esta segunda parte los personajes están mejor dibujados y son más creíbles.
Seguro que os gusta.
SLHLT

Y de propina, la banda sonora del libro en Spotify. 

miércoles, 13 de diciembre de 2017

La luna en las minas

Había aullado de hambre toda la noche. A la madre se le había cortado la leche.
El padre se acercó a la cuna y lo miró. Las frazadas revueltas parecían a punto de engullirlo, pero se resistía, apretaba con fuerza los puños diminutos. Lo levantó con morosidad, esperando una voz que lo detuviera. La criatura abrió los ojos. Esos ojos. Las ojeras debajo, un presagio de luto si él no hacía nada.
Lo envolvió para protegerlo del frío. Era febrero y una gruesa capa de nieve cubría las calles del pueblo. Hizo un fardo prieto, el llanto cesó y lo sucedió una queja aguda, como la de los gatitos cuando los metían en un saco para tirarlos al pozo. Percibió tras de sí un roce entre las sábanas, ella se movía, tal vez dejaba de darle la espalda a esa cuna odiada. Cargó el fardo en el brazo derecho y se volvió. Despeinada y amarillenta, su mujer reptaba para sentarse. No le quitaba la vista de encima, pero seguía muda. Él avanzó hasta la puerta. Antes de abandonar el dormitorio, se giró de nuevo para que viera a la criatura.
- Llévatelo.
Nacer inocente. Nacer maldito.
Nacer con el odio y el miedo como único reflejo en los ojos de tu madre. Hijo del fruto del ataque de una bestia.
Un padre, que no es tal, se apiada de aquel bulto pequeño que es todo piel y llanto, y que aprieta los puños con fuerza, luchando por una vida que acaba de estrenar.
Al pasar por el cementerio le canta, para que se calme. Como un padre haría. La vergüenza le hace bajar la cabeza. No quiere que nadie del pueblo lo vea. Lo llevará con su madre, en el medio del bosque, para que ella se ocupe.
Una abuela, que no es tal, lo acoge. Y reniega de su propio hijo desde ese mismo momento. Ella cuidará y protegerá a ese niño con toda su fuerza. A pesar del miedo. Como una abuela haría.
Joaquín crece, entre susurros de maldiciones y coscorrones de su abuela. Y llega la edad de ir al colegio. La gente del pueblo lo mira con miedo. Sus hermanos le rehúyen y él les pone “ojos amarillos” (que no se entere la abuela) y se hacen pis encima.
<<Baja la cabeza, lobito>>                   <<Así, lobito bueno>>
Algunos niños le tiran piedras por el camino a casa. La abuela le pide que lleve al Rubio para que lo defienda.
<<Corre, lobito. Corre>>
Pero también hace un amigo: Vicente. El mejor de los amigos. Un filósofo encerrado en la piel de un niño pastor que teme a la muerte y a los espectros.
Y el tiempo pasa, y la metamorfosis llega una noche de luna llena.

Este libro es una pequeña joya. En él Rosa Ribas utiliza la licantropía como metáfora de lo diferente. Pero también habla de los hijos que han de pagar por los pecados de sus padres, de un mundo ruin y cruel lleno de miseria, donde el hambre era el pan nuestro de cada día, y el emigrar, para realizar el más duro de los trabajos, se convertía en la única opción.
Pero lo que más me ha gustado ha sido esa lucha de un hombre condenado contra su destino. Una lucha por ser mejor, a pesar de que las cartas estuvieran marcadas desde el principio. Una lucha por negarse a aceptar lo que todos esperaban de él, aunque para conseguirlo tuviera que dejarse la vida. Una lucha por la dignidad del individuo en un mundo donde todo aquel que se sale de la norma es temido y humillado; pero donde también es posible que un lobo y un pastor sean amigos. Los mejores amigos.
Tierna y cruel a partes iguales. Maravillosamente escrita. No le falta ni le sobra nada. Te emociona hasta el tuétano. De lo mejor que he leído este año.

¡Tenéis que leerla!
SLHLT

miércoles, 6 de diciembre de 2017

El crimen del conde Neville

Si al conde Neville le hubieran dicho que un día visitaría a una vidente, no se lo habría creído. Si hubieran añadido que sería para buscar a su hija fugada, este hombre sensible se habría desmayado.
Alexandra y Henri Neville son una pareja perteneciente a la más antigua aristocracia belga y, contra todo pronóstico, han formado un matrimonio de lo más feliz.
Sus hijos Oreste y Électre son dos seres hermosos y perfectos, mientras que la pequeña Sérieuse, antes llena de vida, de un tiempo a esta parte ha perdido la alegría de vivir y deambula como una sombra entre la apatía y la abulia.
Por ello, cuando Madame Portenduère le llama para decirle que ha encontrado a la pequeña Sérieuse tiritando en el bosque que rodea el castillo mientras trataba de fugarse, Henry no puede dar crédito a sus palabras
Pero las sorpresas solo acaban de empezar:
- Pronto dará usted una gran fiesta en su casa – dijo.
- Efectivamente.
- Durante esa recepción, usted matará a un invitado.
-¿Perdón? – exclamó el conde palideciendo.
La vidente le soltó la mano y sonrió:
- No se preocupe. Todo saldrá de maravilla.
Casi sin darse cuenta, el conde Neville comienza a pensar quién será su víctima, y ya que va a matar a alguien, que sea una persona que se lo merezca. Pero la cosa se complica cuando su pequeña Sérieuse le suplica ser ella la víctima del crimen.
En un claro homenaje a Óscar Wilde y su El crimen de Lord Arthur Savilek, Amélie Nothomb hace una crítica ácida, divertida y perturbadora de la nobleza y del arte de vivir proyectando una imagen fingida hacia los demás.
Sin ser su mejor libro, esta fábula moderna y entretenida de final imprevisible, se mantiene fiel a su estilo, pero con un aire más "light" para todos los públicos.
¡Venecia se hunde!
Me ha divertido mucho. Os hará pasar una tarde estupenda.
SLHLT

Si quieres leer más libros de la Nothomb, date una vuelta por aquí.