He de
confesar que no conocía el relato de Paul Auster antes de sumergirme en esta
novela gráfica, por lo que os hablaré de ella sin disponer de referencias previas.
David
Quinn, escritor, no se encuentra en su mejor momento. Su vida está en horas
bajas tras la muerte de su mujer y su hijo.
Una noche
recibe una llamada preguntando por alguien que no es él, un tal Paul Auster,
investigador privado. Cuelga el teléfono y la ignora. Las llamadas se repiten noche
tras noche. Así que pergeña un plan: se hará pasar por él y a ver a dónde le
lleva.
Se trata
de una mujer, nerviosa, preocupada, casi desesperada. Quiere encargarle la
protección de su marido, un hombre con un profundo trastorno físico y mental
provocado por el encierro al que fue sometido cuando era niño. Quinn acepta el
caso. ¡¡No sabe dónde se está metiendo!! Y vosotros tampoco…
Me ha
gustado muchísimo esta historia. Tanto la parte gráfica: oscura, de trazos
nítidos y de color negro riguroso que contribuye a la atmósfera de una novela
negra clásica. Como la literaria: singular, cargada de simbolismo, por momentos
onírica y casi filosófica, juega con el lector y su percepción de la realidad, haciéndole
dudar de si lo que ve son gigantes o molinos.
Más que
recomendable.
SLHLT
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