jueves, 29 de septiembre de 2022

Empezamos por el final

El asesinato de una niña, 30 años atrás, es el punto de partida de esta historia.


Vincent King, un adolescente de 18 años cometió un error. Un error que mató a una niña.


Walk, el que hoy es jefe de policía de Cape Haven, con su testimonio, envió a su amigo Vincent a prisión. Y no ha habido un solo día desde entonces en el que no lo haya lamentado.


King está a punto de salir de la cárcel y Walk quiere compensárselo. Pero un nuevo asesinato, el de Star, antigua novia de Vincent King y hermana de la niña que murió, pone en jaque su amistad y la posibilidad de redención de ambos.


Duchess se ha quedado huérfana y a cargo de su hermano de cinco años, Robin. El pequeño estaba en casa cuando mataron a su madre, pero no lo recuerda, lo ha bloqueado y solo algunas imágenes vuelven a su mente en forma de pesadilla. Si algún día lo recuerda los va a poner en peligro. Aunque eso no preocupa demasiado a Duchess, una peligrosa forajida de trece años que hará lo que haga falta para proteger a Robin de todo mal.


Os encontráis ante una historia de los más cinematográfica, entretenida, adictiva, tierna y sorprendente. Mejor no saber mucho más, porque nadie es lo que parece.

SLHLT 

lunes, 19 de septiembre de 2022

La historia de mis dientes

<< Soy el mejor cantador de subastas del mundo. Pero nadie lo sabe porque soy un hombre comedido. Me llamo Gustavo Sánchez Sánchez y me dicen, yo creo que de cariño, Carretera.

Puedo imitar a Janis Joplin después de dos cubas. Sé interpretar galletas de la suerte. Puedo parar un huevo de gallina sobre una mesa, como hacía Cristóbal Colón. Sé contar hasta ocho en japonés: ichi, ni, san, shi, ko, loko, sichi, hachi. Sé nadar de muertito.

Esta es la historia de mis dientes. Es mi carta familiar a la posteridad, mi ensayo sobre los coleccionables y el reciclaje radical. Primero vienen el Principio, el Medio y el Fin, como en cualquier historia. Ya luego vienen las Parabólicas, Hiperbólicas, Elípticas, y todo lo demás. Y después de eso no sé qué viene. Posiblemente la ignominia, la muerte, y más tarde, la fama post mortem; pero de eso ya no me va a tocar decir nada en primera persona. >>.

 

No os engaño si os digo que estáis delante de uno de los libros más extraños que me he encontrado en la vida.


No sé muy bien cómo describirlo ni cómo reseñarlo. Es la historia autoficcionada de Carretera, un individuo de lo más singular y con una obsesión enfermiza por los dientes, tanto propios como ajenos.


Es una especie de “Viaje a ninguna parte” loquísimo con payasos torturadores y un toque inmenso de ironía. Realmente el lector no sabe muy bien de qué va esta historia hasta que un segundo narrador entra en escena y todo comienza a encajar.


Si quieres leer algo diferente, esta es tu historia.

SLHLT 

viernes, 9 de septiembre de 2022

Carcoma

<< Cuando crucé el umbral, la casa se abalanzó sobre mí. Siempre pasa lo mismo con este montón de ladrillos y mugre, se lanza sobre cualquiera que atraviese la puerta y le retuerce las tripas hasta dejarle sin respiración. Mi madre decía que esta casa hace que se te caigan los dientes y se te sequen las entrañas, pero mi madre se fue de aquí hace mucho y yo no me acuerdo de ella. Sé que decía eso porque me lo ha contado mi abuela, aunque no hubiese hecho falta porque yo ya lo sé. Aquí se te caen los dientes y el pelo y las carnes y a la que te descuidas te andas arrastrando de un lado para otro o te echas en la cama y no te levantas más >>.

Una nieta vuelve a casa de su abuela en un pueblo de la Mancha tras una desavenencia con una de las familias más ricas del pueblo. Una casa que, aunque se desmorona, sigue dando cobijo a sus dos habitantes, como una crisálida asfixiante.


En esa casa a la que vuelve no están ellas solas: viven las sombras de otras almas que un día también habitaron esas cuatro paredes, los secretos que nunca fueron gritados, el odio que crece junto a la humedad, por los rincones, y en los cajones a los que nunca llega el aire, la indignidad acumulada por negarse a uno mismo… Y esa casa, que respira, que late, que grita, y que sangra, está pidiéndoles que abran las puertas y las ventanas, que su hedor llegue a todos los que miran para otro lado como si no existiera, para que arruguen la nariz y no puedan negarla. Esa casa exige venganza.


Dos narradoras: abuela y nieta. Y una casa como testigo de la injusticia, de la misoginia, de la brutalidad, de la pobreza y de la violencia sistemática hacia los que se asumen serviles, pero que van acumulando odio por dejarse someter y tragar con todo.


Maravillosa, brutal y diferente.


SLHLT