miércoles, 31 de agosto de 2022

Ustedes brillan en lo oscuro

<< Cayó de bruces y se golpeó la panza hinchada. No había visto la piedra. La carne del conejo se desparramó en la nieve, salpicándola de manchitas carmesí. La joven se arrastró hasta la cueva. Algo se había reventado en su interior y se le escapaba entre las piernas. Aulló su dolor: los murciélagos pasaron en tropel por encima de su cabeza. Había empezado a hincharse hacía varias lunas después de unas fiestas a las que invitaron a los hombres de otro clan. No sabía quién la había preñado y tampoco importaba. Lo que importaba era ser hábil para cazar y ágil para correr, y se conocía que las hembras que cargaban bulto eran más lentas y se quedaban rezagadas, por lo cual debían permanecer en el asentamiento hasta que llegara el momento de parir.


El dolor la tiró de espaldas. Trató de recordar qué hacían las mujeres en esas circunstancias. Con los ojos de la mente vio a su madre de cuclillas, expulsando en el suelo crías flacas y azuladas que invariablemente morían a los pocos días. Solo ella y su hermana habían sobrevivido y eran fuertes y tenían destreza para seguir agarradas a la vida. Se puso de cuclillas y sintió de inmediato el impulso de pujar. No debió haberse alejado del asentamiento estando hinchada, pero le aburría quedarse con las viejas mientras las hembras jóvenes iban en grupo tras el rastro de los bisontes >>:

 

Así comienza “La cueva”, el primero de los relatos de este libro, donde la propia cueva, como escenario y observadora pasiva, nos va llevando por las distintas eras de la Humanidad. Este, junto con “Ustedes brillan en lo oscuro”, basado en el accidente radiológico de Goiânia y que cierra el libro, han sido mis preferidos.


Es muy complicado explicar la atmósfera que rodea las historias de este libro. En ellas la autora mezcla distopía y realidad, magia y crudeza, leyenda y humanidad… Tenéis que leerlas para sentir su verdadera dimensión.


Liliana Colanzi es una escritora diferente y a mí me ha convencido y me ha gustado muchísimo.

SLHLT
 

sábado, 20 de agosto de 2022

La gran serpiente

Cuando piensas en un sicario a las órdenes del servicio de inteligencia francés, a tu mente acude la imagen de alguien más parecido a James Bond que a Mathilde Perrin, una mujer de 63 años, viuda, que vive plácidamente con su perro Ludo en la periferia de París.


¡Las apariencias engañan! Nuestra protagonista es una asesina infalible, meticulosa y despiadada. Cumple sus “encargos” a la perfección y nunca ha tenido la menor queja sobre su trabajo. Pero últimamente no es la misma de siempre. La edad no perdona. Tiene despistes, se le olvidan las cosas, está torpe, le duelen las articulaciones y se queda dormida por menos de nada.


¿Qué hacer con una asesina a sueldo que se está haciendo vieja, a la que la senilidad comienza a visitar y con un inspector de policía pisándole los talones?


<< El problema con estos muchachos, Henri, es que a veces subestiman al objetivo. Pensó que, para una vieja como yo, se bastaba y se sobraba. El típico error. Tenéis ideas muy curiosas sobre las mujeres >>.


Pierre Lemaitre dibuja este escenario singular con la mayor de las naturalidades, haciendo gala de un sentido del humor negrísimo.


Os va a encantar.

SLHLT 

domingo, 7 de agosto de 2022

Catedrales

<< No creo en Dios desde hace treinta años. Para ser precisa, debería decir que hace treinta años me atreví a confesarlo. Tal vez no creía desde tiempo antes. No se abandona “la fe” de un día para otro. Al menos no fue así para mí. Aparecieron algunas señales, síntomas menores, detalles que, al principio decidí ignorar. Como si estuviera germinando dentro de mí una semilla que, tarde o temprano, reventaría y abriría la tierra para salir a la superficie como un tallo verde, tierno, débil aún, pero decidido a crecer y gritar a quien quisiera oírlo: “No creo en Dios” >>.


Nadie está preparado para despertarse una mañana con la noticia de que el cuerpo de tu hermana pequeña ha sido encontrado, quemado y descuartizado, en un descampado a las afueras de la ciudad. Algo así no se mastica ni se digiere. Se traga entero y se queda atravesado de por vida entre la garganta y el corazón. Con el tiempo, te acostumbras a tener ese nudo ahí, como una nueva extremidad. Pasa a formar parte de tu cuerpo, pero no te permite olvidar.


Ana, hija menor de una familia de clase media, conservadora, tradicional y religiosa, como tantas, aparece asesinada. El tiempo se para. Se ralentiza. Pero el culpable no aparece y todos parecen dispuestos a olvidar. Treinta años después su hermana Lía, desde el otro lado del mundo, recibe una extraña visita junto con las cenizas de su padre. Algo se vuelve a abrir y el nudo en el pecho despierta, molesta, duele y late. Quizás haya llegado el momento de descubrir la verdad.


Esta historia va mucho más allá de la investigación de un asesinato. Esa búsqueda es la excusa para desenterrar algo más profundo: secretos, prejuicios, la doble moral escondida detrás del agua bendita y los padrenuestros, y el odio vestido de buenas intenciones.


Leed a Claudia Piñeiro. Es oro puro.

SLHLT