martes, 30 de abril de 2019

Mi prima Rachel

<< Antiguamente ahorcaban a la gente en Four Turnings. >>
Philip y su primo Ambrose viven en una rica hacienda en la campiña inglesa desde que, siendo solo un niño, Philip se quedó huérfano. Ambrose lo ha educado a su manera, casi a su imagen y semejanza y, salvo en la afición a la jardinería, podría decirse que son como dos gotas de agua, salvando la distancia que impone el paso del tiempo sobre la piel y el alma.
Su vida transcurre tranquila y confortable, como un traje hecho a medida. Pero la salud de Ambrose se resiente y decide pasar el invierno en Italia donde, con un clima más benigno y alejado del húmedo y neblinoso páramo británico, se obrará el milagro.
Las cartas de ida y vuelta entre ellos son frecuentes. Su salud mejora y todo va sobre ruedas. Ambrose pronto volverá cargado de semillas para el jardín y de historias que contar.
Pasa el tiempo y Ambrose retrasa su regreso. Ha ocurrido algo asombroso: ha conocido a una mujer, Rachel, y se ha casado con ella. Y aunque Philip se sorprende, pues ambos han considerado siempre a las mujeres como un incordio, acepta su decisión y espera el regreso de la pareja.
Pero las cartas desde Italia cada vez se espacian más y cuando llegan están plagadas de inquietud y desasosiego. Algo está pasando. Con la certeza que da la intuición y el miedo a que a su primo le esté pasando algo malo, Philip viaja a Florencia en su ayuda. Pero cuando llega, Ambrose está muerto y enterrado. Y nadie sabe dónde se encuentra su viuda.
Con el corazón roto y la sed de venganza y la ira a flor de piel, Philip regresa a Inglaterra prometiéndose a sí mismo que le hará pagar a esa mujer todo el mal que le hubiera podido hacer en vida a su querido primo Ambrose.
A las pocas semanas Rachel aparece. Pero nada es como Philip esperaba. Nada. Y eso volverá su vida patas arriba.
<< Antiguamente ahorcaban a la gente en Four Turnings. Ahora ya no. >>

Cuando acabé de leer este libro pensé en Patricia Highsmith y en Joan Lindsey. Pero sobre todo pensé en Hitchcock. En Rebecca, concretamente. En esa tensión sostenida que te hace estar alerta durante todo el metraje. En la desconfianza de los pequeños gestos, en el terror a lo cotidiano. En el estrés y la duda crecientes que terminan convirtiéndose en miedo. Y luego investigué un poco y averigüé que la autora de Rebecca también fue Daphne du Maurier. ¡Es que soy un lince!
En esta historia, Philip, nos relata en primera persona lo que está pasando. Solo su versión. Lo que ven sus ojos. Lo que sienten sus tripas. Y obliga al lector a posicionarse en el lado opuesto: en la racionalidad y el sentido común, pues el protagonista está perdiendo los papeles. Pero el gran talento de la autora hace que, a pesar de tu sensatez, dudes: “¿y si me equivoco? ¿Y si tuviera parte de razón?”
He de decir que Philip me cae gordo. Es un hombre-niño misógino y malcriado. Pero esa no es razón suficiente para no leer este libro. Está muy bien escrito. Caeréis en sus redes y no podréis dejarlo. Prometido.

Me ha gustado mucho.
SLHLT

viernes, 26 de abril de 2019

La ciudad desolada

La ciudad desolada empieza exactamente en el mismo punto en el que terminó El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares: Jacob y sus extraños amigos, tras huir de la isla y del bucle que los protegía, y de rescatar a Miss Peregrine de las garras de los wights,, escapan hacia la costa remando con las pocas fuerzas que les quedan. Su vida y la de su cuidadora dependen de ello.
¡¡La aventura continúa!!

Una verdadera lucha por la supervivencia en la que todos los niños peculiares, y sus extraños talentos, serán fundamentales para poder seguir adelante. En su periplo en busca de otra ymbryne que ayude a Miss Peregrine a curarse y a recuperar su forma habitual, encontrarán amigos donde menos lo esperaban, enemigos por doquier y muchos otros peculiares, algunos de los cuales se unirán a ellos en su búsqueda de un rayo de esperanza, en medio de un Londres destruido por las bombas alemanas.

He de reconocer que esta segunda parte me ha gustado mucho más que la primera, y os aseguro que pasareis un rato de lo más entretenido entre sus páginas. ¡Y las ilustraciones son fantásticas!

Ya estoy deseando leer el desenlace.
Además, aprovecho para agradecer la recomendación y el préstamo de este libro a Irene, una de mis alumnas de 2º de ESO, y para decirles a los adultos que, a pesar de los móviles, los adolescentes leen, ¡y mucho! 
SLHLT

martes, 23 de abril de 2019

Rialto, 11

<< Yo tenía una librería en Sevilla. Era tan hermosa como pequeña, de techos altísimos con elegantes molduras, vitrinas con luz y azulejos catalogados por Patrimonio que no se podían horadar aunque viniera Dios y te lo ordenara él mismo y porque sí. >>
Belen Rubiano, cual Isak Dinesen sevillana, recuerda un tiempo ya pasado cuando era la dueña de una librería. No fue un proceso fácil llegar a cumplir su sueño. Y menos fácil aún el tener que renunciar a él. Fue casi como el despertar de un letargo, de una ensoñación, como echar sal en una herida que se abre y supura una y otra vez sin llegar a curarse, como abrir los ojos a la realidad del desamor y sentir la necesidad de soltar el lastre de una relación que agoniza para no terminar hundiéndote con ella.
Pero el tiempo y la inteligencia de los supervivientes que deciden elegir qué recordar, y así poder seguir amando el recuerdo de un tiempo en el que fueron felices, convierte este libro en una historia alegre, teñida de la misma nostalgia que tienen los recuerdos de los largos veranos de la infancia.
Anécdota tras anécdota y recuerdo tras recuerdo, Belén Rubiano nos va contando su historia. ¡Y es maravillosa! Y tremendamente divertida. Entre la señora de Burgos, las recomendaciones literarias a ancianitas que nunca olvidarán al Señor Darcy, los estudiantes recogiendo carteles del cuarto de baño, los locos enamorados y los ciclistas peligrosos, la pizarra con su reflexión diaria, las crónicas de La Útil, los programas de radio, los miles de cafés encargados al Horno de San Buenaventura, los clientes-amigos, escritores varios, los carpinteros hacedores de estanterías y otros muchos personajes más, se va reconstruyendo la historia de la librería Rialto y de su dueña: una enamorada de los libros vetada por canal Sur.
Descubrí a Belén Rubiano en el año 2016 gracias a Instagram y a nuestro común amor por Fred Vargas y Andrea Camilleri. Tras echar un vistazo a sus fotos y ver que hacía hablar a su gato, a una mancha del suelo de su casa y hasta a una manzana que compró en mayo y seguía intacta en octubre, supe que había encontrado una mina de oro. Con su sentido del humor único nos enseña a diario su mundo y la maravillosa y singular calle Feria, Feriawood para los que la seguimos, además de compartir lecturas y alegrías como la de la publicación de este libro.
Te deseo la mejor de las suertes, paya. Y aquí, entre nosotras, te voy a contar un secreto: ¡no he leído Los pilares de la Tierra!
 Creo que no hay mejor recomendación que Rialto, 11 en un día como hoy, el Día del Libro.
¡Os va a encantar!
SLHLT

viernes, 19 de abril de 2019

Un secreto

Esta historia comienza donde terminó Un hijo: Guille consiguió su objetivo y, con la ayuda de su Mary Poppins particular, logró que su padre comenzase a curar sus heridas y a asumir la pérdida de su mujer.
Las fiestas de Navidad han sido diferentes pues Nazia las ha pasado con ellos. Al detener a su familia por un problema con los pasaportes cuando trataban de salir del país, Guille y su padre la acogieron, y ahora Nazia y Guille son como hermanos, “aunque aún no les hayan hecho la transfusión”.
Pero Nazia está rara. Parece feliz y tranquila, pero algo le preocupa. Tiene una llave colgada del cuello, esconde una foto en la que tiene los ojos azules y está obsesionada con La Cenicienta. Nazia tiene un secreto.
Con la llegada de una niña nueva a clase, “de Albinia”, su círculo de amigos crece y los tres juntos, sin pretenderlo, se harán más fuertes para sobrevivir a una realidad demasiado cruda para cualquiera de ellos.
Este libro es Alejandro Palomas en estado puro. Y, como en el anterior, lo mejor de todo es Guille: personaje maravilloso donde los haya, cándido y duro a la vez, con el que es inevitable sonreír cuando consigue que veas el mundo a través de sus ojos.
Aunque me gustó más Un hijo, esta segunda parte ha estado a la altura.

Seguro que lo disfrutáis.
SLHLT