miércoles, 30 de mayo de 2018

Nada

Pierre Anthon dejó la escuela el día que descubrió que no merecía la pena hacer nada puesto que nada tenía sentido.
Los demás nos quedamos.
Y a pesar de que el profesor se apresuró a borrar toda huella de él, tanto en la clase como en  nuestras mentes, algo suyo permaneció en nosotros. Quizás por eso pasó lo que pasó.

Taering. Dinamarca. Mediados de agosto. El curso acaba de empezar. Pierre Anthon, recoge sus cosas y se va. Pero sus palabras continúan flotando en el aire y en las cabezas de sus compañeros de séptimo curso.
<<Nada importa. Hace mucho que lo sé. Así que no merece la pena hacer nada. Eso acabo de descubrirlo>>.
De vuelta a casa sus compañeros lo encuentran subido a un ciruelo y, como un extraño profeta, les grita: “Todo da igual. Porque todo empieza solo para acabar. En el momento en que nacéis empezáis a morir. “Todo es un gran teatro que consiste solo en fingir y en ser el mejor en ello”. Y les lanza una ciruela.
Ellos se sienten mal. Creen que Pierre Anthon ha dado con algo revelador Pero aterrador. No lo pueden asumir. No lo quieren admitir. Ellos van a ser algo. ¡Ellos van a ser alguien!
Desde ese momento algo cambia. Hay que hacer callar a Pierre Anthon. Pero ni las burlas, ni los insultos ni las piedras lo consiguen. Él sigue declamando su nada entre las ramas del ciruelo. Hay que cambiar de estrategia. Le van a demostrar que está equivocado. Van a buscar algo importante. Algo que tenga significado y ante lo que tenga que rendirse.
Comienzan pidiendo a los vecinos objetos que tengan valor sentimental para ellos y los guardan en una vieja serrería abandonada. Pero… Si fuesen tan importantes no se habrían desprendido de ellos.
¿Cuánto importa lo que más te importa?
Su montón de significado ha de tener más significado y se lo han de aportar ellos mismos. Cada uno le exigirá algo a otro. Y no se va a poder negar: el diario de Lady Guillermo, el telescopio de Maiken, las sandalias verdes de Agnes, unas muletas, una serpiente sumergida en formol, una bicicleta amarilla, la bandera de Frederik, el Cristo crucificado de la iglesia… El hermanito muerto de Elise… La “inocencia” de Sophie
Cada vez la prenda es mayor. El sacrificio es mayor. La crueldad es mayor. El significado es mayor… ¿Hasta dónde serán capaces de llegar para demostrarlo? Ni os lo imagináis.
Y cuando todos hayan acabado, ¿se rendirá Pierrre Anthon ante la enormidad de su montón de significado?

Leer Nada es como recibir una bofetada con la mano abierta. Te duele y te despierta.
Es abrumadora. Cruda. Cruel. Una extraña mezcla entre un revisitado Señor de las moscas y una fábula filosófica sobre el sentido de la vida y la búsqueda de la propia identidad.
Es aterradora y bella a la vez. Porque es el reflejo donde vemos algo que evitamos mirar.
Yo, al igual que la autora en su epílogo, no entiendo la polémica que generó su publicación y me parece absurdo que dijeran que inducía al suicidio. A lo único que induce es a pensar.
Es un GRAN libro. Vais a tener que leerlo.
SLHLT

jueves, 24 de mayo de 2018

La pirámide de fango

Esta historia empieza, como casi todas, con Montalbano en la cama. Se despierta por el estruendo de un gran trueno. Lleva días lloviendo sin parar. Y eso le recuerda que acaba de tener un extraño sueño en el que se arrastraba con otro hombre por una estrecha galería que estaba a punto de venirse abajo.
En esas estaba cuando suena el teléfono. Una llamada en plena noche casi siempre es sinónimo de problemas. Y así es. Ha aparecido el cuerpo de un hombre joven, de unos 30 años, semidesnudo en el interior de una tubería en medio de una obra. Su bicicleta está apoyada fuera. A él le dispararon por la espalda. ¿Quién era? ¿De quién huía? ¿Por qué metió en el interior de la tubería si la carretera estaba solo unos metros más abajo?
Poco a poco Montalbano y sus ayudantes irán desentrañando el misterio que les ocupa, que resultará ser mucho más complicado de lo que les intentan hacer creer. Y a medida que van profundizando en la investigación, irán desvelando una trama de corrupción en la concesión de contratos de obras, que implica, como no, a las familias mafiosas de la zona.
Pero Salvo no es el mismo de siempre. Nota que su perspicacia y su instinto le fallan. Está triste y muy preocupado por Livia, que no ha conseguido reponerse tras la muerte de François. Ha pedido una excedencia en su trabajo, casi no sale de casa y ya no tiene fuerzas ni para discutir con él. Ha perdido las ganas de vivir.
Así comienza esta nueva aventura de nuestro querido comisario Montalbano. Un poco más sordo. Un poco más viejo. Pero el mismo de siempre. Y aunque a él le entran dudas, su instinto y su olfato policial siguen en plena forma. A los amantes de la saga os va a encantar.
Señor Camilleri, ¡no se muera usted nunca!
SLHLT

domingo, 20 de mayo de 2018

Colaboración horizontal

Una nieta y su abuela hablan de amor entre tazas de café. Virginie, la nieta, piensa que antes las cosas eran más sencillas, que su abuela Rose nunca perdió la cabeza por nadie…
París. 1940. Alemania ha invadido Francia en unas pocas semanas. Europa está en guerra. Pero los que no están combatiendo tienen que seguir adelante cada día.
En un barrio de París. En un edificio como cualquier otro vive Rose con su hijo. Su marido está en el frente. Sus vecinos son una anciana malhumorada y cascarrabias amante de los gatos, una portera cotilla y metomentodo con un marido ciego y amable que escucha con paciencia a todos, y una hija con un gran talento, que quiere ser artista y que no se reconoce en su piel. También viven en el edificio: Josephine, una hermosa joven, que ha de salir adelante como puede y está al límite; Judith, que está embarazada y su marido León, que es policía. Y hay alguien más. Entre todos esconden a una vecina judía y a su hijo.
Pero un día un alemán llama a la puerta. Pregunta por ellos. ¿Les habrá delatado alguien? ¿O les estarán observando? Rose abre la puerta y convence al soldado de que allí no hay nadie. Pero también pasa algo más. Hay electricidad en el aire. Se gustan. Se buscan. Se enamoran. Se necesitan… 
Y el amor es algo muy difícil de disimular.
E imperdonable cuando te enamoras del enemigo.

MARAVILLOSA. Los dibujos. La historia. Todo. Muy bien documentada y fantásticamente bien ambientada. Emocionante. Me ha dejado sin palabras. A partir de ahora les seguiré la pista a Naive y a Carole Maurel.
Y la carta de Mark entre las últimas páginas del libro es un acierto total. Detalles como esos marcan la diferencia.

No la dejéis pasar. Es una novela gráfica fantástica.
SLHLT

miércoles, 16 de mayo de 2018

Los peligros de fumar en la cama

Una niña buscando tesoros en el patio de su abuela desentierra algo que la acompañará de por vida.
Unas adolescentes deciden ir a bañarse a una tosquera poco concurrida para soportar mejor la canícula veraniega y tratar de enamorar a Diego. El final de la poza hay una gruta con la imagen de una virgen. Cuidado con lo que deseas…
La aparición de un mendigo en un barrio de clase media acomodada y el comportamiento de sus habitantes con él los harán víctimas de un cúmulo de desgracias, mala suerte y desdichas. ¿Existen las maldiciones?
Unas fans que se toman al pie de la letra las letras de las canciones de su ídolo y las llevan hasta las últimas consecuencias.
Aljibe es el cuento que más me ha impresionado de todos…
Y nunca volveré a ver, ni a oler, igual Barcelona después de haber leído Rambla Triste.
Estos, y otros seis más, son los cuentos que habitan Los peligros de fumar en la cama. No os quiero contar más porque el llegar a ellos sin ideas preconcebidas es lo mejor que os puede pasar. Solo espero haberos tentado un poquito.

Me ha impresionado. No solo lo bien que escribe esta mujer, sino la selección de las historias, la duración de los capítulos, la madurez de los mismos, la tensión perfectamente medida, y la dosis de terror que genera cada uno de los relatos. Puro terror. Del más terrible de todos. El terror cotidiano. Del que sabes que puede ser posible, que podría ser real y aparecer un día en los periódicos. Del que puede infligir el ser humano. Del que sale de esa parte oscura que todos llevamos dentro. Del que llamamos a veces locura, demencia… Porque los monstruos no existen. Somos nosotros.
Ahora que ha vuelto a estar de moda la ficción distópica y las series donde cada capítulo es independiente de los demás en cuanto a argumento y personajes, pero todos ellos con un hilo conductor común, al estilo Black Mirror o Electric Dreams; los cuentos de Mariana Enríquez podrían formar parte de una serie de terrores cotidianos. Hay dejo mi idea para los productores de Netflix o HBO. Yo, desde luego, la vería.
SLHLT

miércoles, 9 de mayo de 2018

El amor que nos vuelve malvados

Sara coge el metro de vuelta a casa, en Nuevos Ministerios, como todos los días después del trabajo. Eduardo la espera en casa. Van a ir a cenar.
Un vagabundo la aborda en las escaleras mecánicas: Dame algo, por favor. Lo que sea. Tengo hambre. Sara se asusta. Piensa que le va a robar. Aprieta el bolso y le dice que no lleva nada. Lo aparta y sigue su camino hacia el andén. El chico es joven. Muy joven. Está sucio y esquelético. Tras pasar el torno, Sara cree que se ha librado de él. Pero él salta por encima y se vuelve a acercar. Está llorando y repite: por favor. Sara quiere que se vaya. Que la deje en paz. Que desaparezca. Y lo mira a los ojos. Y solo ve desesperación. Señorita, ya no puedo más. Y avanza de espaldas hacia las vías… Se deja caer. Y se queda quieto. Muy quieto. Con los brazos pegados al cuerpo… Y pasa el tren.
Y la vida de Sara también.
Grabaciones a escondidas, cartas nunca enviadas entre las hojas de libros que cuentan historias de amor, espejos que reflejan lo que ya no son, almas heridas, retratos que guardan la esencia del instante en el que todo cambió…
No reconocerse. Una enfermera que duerme a su lado. Vilezas cotidianas. Medicamentos y alcohol. Esperar a que todo pase. Sin moverse. Ni gritar. Ni llorar. Eduardo. Dolor como forma de comunicarse. La única. Como si nada.
Una casa roja a través de una ventana. La esperanza puesta en los ojos de otro. Y en sus manos. Y en su lápiz. Porque él la vio. Nadie más. Solo él. Y la dibujó. Ella lo sabe.
Y él, rodeado de muerte, también espera que sus ojos le salven. No por suyos. Por ser el reflejo de otros. Los que lo abandonaron. Los que nunca logró olvidar. Los que fueron y serán su condena. La condena de querer a alguien durante toda la vida. Y echarlo de menos.
A todas horas y en todas partes.
Hasta el final.
Abandono. Cuidado. Dependencia. Control. Decadencia. Dolor. Amor, también amor. Las consecuencias de nuestros actos… y el tener que aprender a vivir con ellas. Esto ha sido para mí  El amor que nos vuelve malvados.
Me ha gustado muchísimo.
SLHLT
 P. D: Jeremías Prun. ¡Qué personaje!

viernes, 4 de mayo de 2018

Los platos más picantes de la cocina tártara

Esta es una historia de mujeres. De tres generaciones de mujeres: una madre, una hija y una nieta. Tres mujeres a las que les han tocado vivir tiempos convulsos, tiempos de cambios. De origen tártaro, pero rusas, sus vidas se asoman al ocaso de la Unión Soviética y han de sufrir las consecuencias, que terminarán por alejarlas de allí y terminar en Alemania, donde comenzarán una nueva vida.
Rosalinda es una mujer fuerte y mandona. De armas tomar. ¡Una fuerza de la naturaleza! No hay nada con lo que no pueda. Y parece que, como los gatos, tenga siete vidas. Está casada con Kalgánov y tienen una hija: Sulfia: una decepción para su madre, que la ve fea, poco espabilada, débil, tímida y con muy poca gracia. Tanto ella como Kalgánov bailan siempre al son que toca Rosalinda, que es la que resuelve todos los problemas. A su manera, eso sí. Pero los resuelve.
Sulfia, con diecisiete años, se queda embarazada. Y así es como Aminat llegará a sus vidas. ¡Otra fuerza de la naturaleza! En ella depositará Rosalinda todas sus esperanzas y hará cualquier cosa por ella, pasando por encima de quien haga falta, nieta incluida.
Esta novela está desarrollada en capítulos cortos, narrados con la voz de Rosalinda, y muy bien escritos. ¡No podréis parar de leer!
De la mano de Rosalinda, Sulfia y Aminat, recorreremos la historia de una parte de Europa a lo largo del último tercio del siglo XX, eso sí, con mucha energía y sentido del humor. Porque, aunque la historia en sí sea un drama, Rosalinda es un personaje que no podréis olvidar: es manipuladora y mandona, pero divertida. Y quiere controlar la vida de todos los que tiene a su alrededor, porque sabe cuál es la forma correcta de hacer las cosas. Y todo lo hace “por su bien”. Ella no pide ni perdón ni permiso. No le entra en la cabeza. A pesar de lo que pueda parecer, es un personaje al que entiendes y que te resulta entrañable. Con una excepción. Bueno, dos. Para mí, hace dos cosas imperdonables. Pero eso lo tendréis que descubrir vosotros.

Me ha encantado este libro. Es un canto a la libertad, a la fortaleza, a la supervivencia, al atreverse a enfrentarse a los fantasmas, al valor de volver a empezar… Y al amor. También al amor. A pesar de los errores.

No leerla no es una opción.
SLHLT