viernes, 31 de julio de 2020

El libro de la hija

Helena Sánchez es una periodista de éxito. A lo largo de los años ha destapado tramas de corrupción que llegaron a salpicar a gobiernos y se ha enfrentado a lobbies hasta ese momento intocables. Todo ello le ha granjeado prestigio y numerosos premios, pero también la ha puesto en el punto de mira de gente muy poco recomendable y ha supuesto un riesgo para ella y para su familia.

Cuando conoce la necesidad de Fernando de contar su historia, algo no le cuadra y decide ponerse a investigar. Fernando fue condenado por violar a su hija pequeña y lleva once años negando el crimen y rechazando cualquier reducción de condena o privilegio penitenciario derivado de la asunción de su culpabilidad.

A medida que ahonda en la investigación, la cosa se complica y surgen nuevos interrogantes.

Y mientras Helena trata de rellenar los vacíos de la historia y las incongruencias de las versiones con las que se va encontrando, es su propia historia la que comienza a desenterrarse, capa a capa: la memoria de su madre, la relación con su padre, con su marido, ya exmarido, con sus amantes y con una hija que comenzó a alejarse mucho antes de lo que le hubiera gustado.


Esta es una historia de mentiras y verdades y de lo que decidimos hacer con ellas. También es una historia sobre las decisiones que tomamos y las que elegimos no realizar.

La autora habla de tal forma por boca de sus personajes, que hace que el lector se sienta incómodo. No quiero contar mucho más, porque la clave de este libro es descubrirlo uno mismo, página tras página.

Esta novela me ha sorprendido y me ha gustado muchísimo.

Os la recomiendo sin ninguna duda.
SLHLT

martes, 28 de julio de 2020

Atrapa a la liebre

<<empezar por el principio. Tienes a alguien y luego ya no lo tienes. Y esta, más o menos, es toda la historia>>.

Seguramente en la infancia hayas tenido una relación de amistad que lo fue todo para ti. Que le daba sentido a la vida. Y que, no sabes muy bien cómo, o sí, pero no quieres recordarlo, se ha ido desdibujando y diluyendo como la sal en el agua, hasta ser solo un recuerdo, a veces divertido, otras doloroso. Parece que haya sido en otra vida. Cuando tú eras otra tú que casi ni recuerdas, hasta que te oyes diciendo algo que ella repetía y que ya has hecho tuyo. Y aunque puede que no la reconocieras entre la gente, se ha quedado en ti su impronta.

Y un día suena el teléfono. Doce años después. Y te pide que vayas a buscarla. A casi tres mil kilómetros de distancia. De Dublín a Móstar. ¿Se ha vuelto loca? Tiene que ir a Viena y nadie puede llevarla.

<<- Hace diez años que no sé nada de ti. No respondes a los correos. No llamas. Por lo que sabía, podrías estar enterrada en medio de la nada. La última vez que nos vimos me mandaste a tomar por culo.
- No te dije que…
- Vale, genial. Qué más da. Y entonces me llamas y esperas que yo, pues…
- Sara, Armin está en Viena>>.

Y esas fueron las palabras mágicas. Mi “ábrete, Sésamo”.

Volver al sitio del que huiste nunca es fácil. La oscuridad te sorprende porque decidiste olvidarla. Y otros recuerdos vuelven y se desparraman, como el pelo que soltó Armin sobre tus hombros aquella tarde en el jardín. Pero hay otros recuerdos que decidiste cambiar, para sobrevivir. Y ahora se abren grietas en ellos y una luz mortecina pasa a su través. Hay que llegar a Viena. Encontrar a Armin… Y volver a empezar.

Sara sigue a Lejla como Alicia al conejo a través de su madriguera. Y aunque el destino es Viena, es Armin, la aventura está en el camino recorrido. Un viaje de vuelta al pasado, a través de un nuevo paisaje en el que la guerra sigue presente en las esquinas y donde los silencios hablan más que las palabras.

Una narradora diferente. Una historia que te encoje el corazón y en la que debes leer entre líneas. Y solo cuando llegues al final comprenderás el principio.

SLHLT

viernes, 24 de julio de 2020

El invitado

Martin Gilmoure no podía faltar a la celebración del 40 cumpleaños de Ben Fitzmaurice. Aunque su amistad esté en horas bajas, llevan siendo amigos desde hace más de veinte años. Se conocieron en la escuela y, aunque sus orígenes eran bien distintos, forjaron una amistad basada en la protección mutua, la lealtad y los secretos compartidos.

Martin no conoció a su padre y la relación con su madre siempre fue tensa y fría. Por eso Ben fue desde entonces, junto con Lucy, su única familia. La familia que él eligió.

Pero algo pasó en la fiesta. Algo que no es posible obviar ni fingir que no ha pasado. Algo que lo cambió todo para siempre. Y ese algo es lo que ha hecho que la historia comience con Martin en la sala de interrogatorios de una comisaría.

La declaración de Martin a la policía, sus recuerdos y los cuadernos de Lucy irán desgranando, página a página, el origen de esta historia y dónde comenzó a torcerse todo.


No te lo puedes perder si te gustan los thrillers al estilo clásico. La historia de Elizabeth Day me ha recordado al Scott Fitzgeral de El gran Gatsby con toques de Patricia Highsmith en El talento de Mr. Ripley. Ha creado el maravilloso personaje de Lucy y ha conseguido que empatices con la parte más vulnerable de Martin a pesar de su obsesión y su particular psicopatía.

Me ha gustado muchísimo.

SLHLT

martes, 21 de julio de 2020

Andaluchinas por el mundo

Si en Gazpacho agridulce Quan Zhou Wu nos contaba anécdotas de la vida de una china andaluza y de su familia, en esta segunda entrega va un paso más allá y comparte con nosotros otro capítulo de su vida y la de sus hermanas.

Las tres son alumnas brillantes y compaginan sus estudios con el trabajo en el restaurante de su familia. Pero al terminar el instituto sus caminos se separan para volver a juntarse cada verano.

Fu dirige sus pasos hacia Miami, donde descubre que las cosas no siempre son como una se las imagina. Quan comienza su vida universitaria en Madrid, donde vivirá un millón de divertidas aventuras y situaciones absurdas, y la continuará en Londres, para luego regresar. Y Qing, aunque también quisiera volar como sus hermanas, debido a la situación económica de su familia, se ha de quedar en Málaga, pero una beca inesperada le abre las puertas de Francia, donde encontrará su camino.

Novela gráfica muy divertida en la que la autora y sus hermanas desmontan tópicos y sufren los mismos prejuicios sea cual sea su destino.

Espero que la historia continúe pronto.

Os la recomiendo.

SLHLT

viernes, 17 de julio de 2020

las brujas

Celso Castro escribe sin letras mayúsculas y sin puntos y aparte al final de los párrafos. No conozco el motivo, pero contribuye a la atmósfera de la novela.

Novela que trata básicamente de la soledad y el abandono, y de lo que somos capaces de hacer para evitar volver a sentirlo.

El padre del protagonista abandona a la familia cuando él es solo un niño. Su madre y su hermano mayor se consuelan entre sí, en una relación que raya en lo incestuoso y lo relegan a la soledad de la habitación del palomar de su casa. Él no entiende que les recuerda demasiado a aquel que los dejó atrás para continuar con su vida.

Algunos años más tarde descubre que tuvo un ama de cría: su madre no tenía leche y su padre se empeñó. Y era una bruja: la madre de Lorena. Su hermana de leche. Alguien empeñada en amarle a pesar de sus continuos rechazos.

Un adolescente que ha crecido sin el amor de quien debería recibirlo y se comporta con quien de verdad lo ama como el perro apaleado que muerde la mano de quien lo acaricia para tratar de consolarle. Y aunque lo entiendo y lo compadezco, he llegado a detestarlo.


Cuando comencé a leer este libro esperaba una historia mágica y me he encontrado sentimientos mucho más mundanos y enormes dosis de tristeza. Eso sí, está fantásticamente escrito. Por ello, aunque no era lo que pensaba, no lo he podido soltar y volvería a elegirlo sin duda alguna.

SLHLT

martes, 14 de julio de 2020

Boulder

<<No soy buena cocinera, soy una cocinera de rancho, capaz, sin formación. Lo que más me gusta del trabajo es hacerme cargo de los alimentos cuando aún están enteros, cuando algo en ellos proclama un lugar, una procedencia y ese radio inmediato de soledad que todo ser vivo necesita para crecer. Agua, tierra, pulmones. Las condiciones del silencio. Los alimentos tienen piel y prepararlos requiere cuchillos. Si en algo soy buena, es en descuartizarlo todo. El resto no es arte. Sazonar, reunir, dar calor… las manos acaban acostumbrándose, se dirigen solas. He trabajado en escuelas, en geriátricos y en una cárcel. Los trabajos me duran semanas, se me escurren de las manos, son una grasa que voy deshaciendo. Antes de venir a Chiloé mi último jefe quiso darme una explicación: el problema no era la comida, sino yo. En una cocina se trabaja en equipo, tenía que buscar una cocina muy pequeña si quería trabajar sola y seguir viviendo de esto>>.

¿Qué hacer cuando vivir así no es suficiente?

<<Eso vine a buscar aquí, el cero primigenio. Cansada de inventar currículums, de tener que decir y hacer como si la vida fuese un relato, como si dentro llevase un alambre clavado que me hiciese recta y constante. El rumbo mata el viaje y si la vida ha de ser una historia, esta solo puede ser mala. ¿Qué creía que hacía dejándolo todo y aceptando una vida de tres meses en los confines del mundo?>>

Los tres meses se convirtieron en varios años.

La vida así es mejor.

Cuando llegábamos a puerto, tras meses de travesía, dejaba que el alcohol y las piernas de otra mujer me dieran calor. Pero solo durante unas horas. Luego volvía al mar. A la pequeña cocina y las empanadas. A la ausencia total de compromisos y responsabilidades fuera de las tres comidas diarias y los límites de mi propio cuerpo.

La vida así es suficiente.

Y una noche aparece Samsa. Y me olvido del azúcar del café. En la vida a bordo comienza a faltarme el aire. Añoro llegar a tierra. Ocupa todo mi pensamiento. Me obsesiona. No le gusta mi nombre y me pone otro: Boulder. Como esas rocas expuestas a la intemperie.

La vida a bordo se vuelve extraña.
Y un día en tierra me dice que se va. Ha aceptado un trabajo en Reikiavik.

También me voy.

La vida sin ella no tiene sentido.

Reikiavik no tiene sitio para mí. Y Samsa cambia con la ciudad. Quiere más. Una casa grande. Y un hijo. Yo no quiero hijos. Pero lo tenemos. Una niña.

<<La comadrona dice que el niño es tan grande que no puede encajarse, tiene que salir de un golpe, de un buen empujón. Estoy a punto de llamar a una ambulancia cuando oigo que cambian los gemidos. Ya no es una voz de mujer, ahora es un animal, un dragón, la fiera que puede aniquilarlo todo con una llamarada. La comadrona me llama. Acudo. No sé dónde estoy, no soy nadie. Un cráneo besa la luz por primera vez. Alguien tira de él para que no se encalle. Lo tengo en los brazos. Respira. Calienta. Pesa. Es una cosa durísima y blandísima, como un pequeño milagro. Se le llenan los ojos. Es una niña. Me mira. Siento que muero un poco>>.

¿En qué se convierte la vida cuando renuncias a tu esencia por amor y el amor no basta?


Si descubrir a Eva Baltasar en Permafrost fue un shock, Boulder es la confirmación de su enorme talento y de que hay espacio para la escritura de altísima calidad en el panorama literario y comercial español.

¡Deseando que salga Mamut!

Si aún no la habéis leído, no sé a qué estáis esperando.

SLHLT

viernes, 10 de julio de 2020

La quinta víctima

Si aún no has leído El cuarto mono, ¡deja de leer!

La trama de La quinta víctima comienza solo unas semanas después del desenlace de la entrega anterior.

Sam Porter y su equipo han sido apartados del caso Anson Bishop, el asesino en serie bautizado por la prensa como El Cuarto Mono, y han sido sustituidos por un equipo especial del FBI. A pesar de la frustración que esto les proporciona, pronto un nuevo caso ocupará todo su tiempo: una adolescente aparece muerta y congelada en la superficie del lago de uno de los parques de la ciudad. Como era de esperar, la autopsia desvela que murió ahogada, pero el agua de sus pulmones es agua salada. Además, la ropa con la que se encuentra el cadáver no es la que llevaba cuando desapareció y ni tan siquiera es de su talla.

La prensa especula que podría ser una nueva víctima del CM…

Pero a Sam Porter no le cuadra. No es su modus operandi. Y él cree conocer a Anson Bishop mejor que nadie. Aún guarda su diario y cada noche, al regresar casa, continúa con la investigación por su cuenta, lo cual le traerá muchos problemas.

Capítulos cortos, dos tramas paralelas sin aparente conexión y una persecución frenética en 4 días en los que seguir los pasos de dos asesinos diferentes pondrá al límite de sus fuerzas a los equipos de investigación. Las víctimas siguen apareciendo sin aparente conexión entre ellas y el CM juega con Sam al gato y al ratón.

Un thriller trepidante que no podrás parar de leer y con un final que no te esperas.

Me ha gustado aún más que la primera parte.

En breve caerá la tercera.
SLHLT

martes, 7 de julio de 2020

Un comunista en calzoncillos

Ese verano, el verano siguiente a que lo despidieran de su trabajo, mi padre sostuvo la economía familiar vendiendo turboventiladores. Los turboventiladores eran, en aquel entonces, lo más novedoso que se podía encontrar para aliviar el calor del conurbano bonaerense. Y ese verano, el verano de 1976, hizo mucho calor en Buenos Aires y sus alrededores. Nosotros éramos de los que vivíamos en <<sus alrededores>>. <<Gracias a Dios, hace calor>>, decía mi padre, que no creía en dios alguno. Yo sí, todavía.

En el verano de 1976, una niña de 13 años abre los ojos a la realidad del mundo en el que vive. De un mundo que está cambiando y no para mejor.

Dejar atrás la infancia muchas veces es darse cuenta de que tu familia es distinta a la de tus compañeras del colegio. Que en tu casa se dicen otras cosas. Se escuchan otras cosas… Y que esas cosas es mejor no decirlas en la escuela. Por si acaso.

Dejar atrás la infancia también es tener conciencia de las debilidades de tus padres y de que sus silencios, en ocasiones, tienen mucho más significado que sus palabras.

Dejar atrás la infancia es abrir ojos y oídos al mundo de los adultos y comenzar a descifrar un idioma nuevo que, tras palabras y gestos aparentemente sin importancia, esconde una realidad diferente.

Dejar atrás la infancia es aprender que los héroes lo son solo a ratos y que el acto de un cobarde puede redimirlo.

Dejar atrás la infancia es aprender a resistir.

La vida es una sucesión de actos miserables interrumpidos por unos pocos y pequeños actos heroicos, y es en el promedio de todos ellos donde logramos sentirnos dignos. Donde queremos que al menos un testigo nos sepa dignos. Aunque no lo seamos.

Probablemente sea el libro más personal de Claudia Piñeiro.

Y es maravilloso.
SLHLT

viernes, 3 de julio de 2020

El día del perro

Un perro, atraviesa la autopista E411 corriendo entre los coches como un loco. Al verlo, los conductores frenan en seco y bajan de sus automóviles. Algunos lo llaman, tratando de atraerlo y de evitarle la muerte, otros solamente contemplan el panorama y alguno se dirige al teléfono de emergencia más cercano para alertar a las autoridades.

Pero a seis de las personas que detuvieron sus automóviles, la visión del perro a la carrera les ha removido algo dentro, les ha abierto las compuertas y les ha hecho enfrentar su vida como si se reflejase en un espejo.

Un camionero que escribe a periódicos y revistas contando una vida que no vive; un sacerdote que echa de menos a una mujer casi desconocida en quien atisbó la cura a su mediocridad; una mujer que se dirige a romper con su pareja y usa el abandono como mecanismo de defensa; un joven ciclista, experto en arreglos frutales, que cada día se arriesga entre el tráfico para sentir que aún está vivo; una viuda que trata de ser útil y recomponerse, pero que no sabe querer a su hija; y esa hija, que llena compulsivamente con comida la ausencia de un padre que lo fue todo para ella, mientras trata de cortar el cordón umbilical con una madre lejana y fría.

Es una maravilla, aunque también lo más triste que he leído en mucho tiempo.

Nadie puede negar que Caroline Lamarche sabe lo que hace.

SLHLT