Pierre Anthon dejó la escuela
el día que descubrió que no merecía la pena hacer nada puesto que nada tenía
sentido.
Los demás nos quedamos.
Y a pesar de que el profesor se
apresuró a borrar toda huella de él, tanto en la clase como en nuestras mentes, algo suyo permaneció en
nosotros. Quizás por eso pasó lo que pasó.
Taering. Dinamarca. Mediados de agosto. El curso acaba de
empezar. Pierre Anthon, recoge sus
cosas y se va. Pero sus palabras continúan flotando en el aire y en las cabezas
de sus compañeros de séptimo curso.
<<Nada importa. Hace mucho que lo sé. Así que no merece la pena hacer nada. Eso acabo de descubrirlo>>.
De vuelta a casa sus compañeros lo encuentran subido a un
ciruelo y, como un extraño profeta, les grita: “Todo da igual. Porque todo empieza solo para acabar. En el momento en
que nacéis empezáis a morir. “Todo es un gran teatro que consiste solo en
fingir y en ser el mejor en ello”. Y les lanza una ciruela.
Ellos se sienten mal. Creen que Pierre Anthon ha dado con algo revelador Pero aterrador. No lo
pueden asumir. No lo quieren admitir. Ellos van a ser algo. ¡Ellos van a ser
alguien!
Desde ese momento algo cambia. Hay que hacer callar a Pierre Anthon. Pero ni las burlas, ni
los insultos ni las piedras lo consiguen. Él sigue declamando su nada entre las ramas del ciruelo. Hay
que cambiar de estrategia. Le van a demostrar que está equivocado. Van a buscar
algo importante. Algo que tenga significado y ante lo que tenga que rendirse.
Comienzan pidiendo a los vecinos objetos que tengan valor
sentimental para ellos y los guardan en una vieja serrería abandonada. Pero… Si
fuesen tan importantes no se habrían desprendido de ellos.
¿Cuánto importa lo que más te importa?
Su montón de significado
ha de tener más significado y se lo han de aportar ellos mismos. Cada uno le exigirá
algo a otro. Y no se va a poder negar: el diario de Lady Guillermo, el telescopio de Maiken, las sandalias verdes de Agnes,
unas muletas, una serpiente sumergida en formol, una bicicleta amarilla, la
bandera de Frederik, el Cristo
crucificado de la iglesia… El hermanito muerto de Elise… La “inocencia” de Sophie…
Cada vez la prenda es mayor. El sacrificio es mayor. La crueldad
es mayor. El significado es mayor…
¿Hasta dónde serán capaces de llegar para demostrarlo? Ni os lo imagináis.
Y cuando todos hayan acabado, ¿se rendirá Pierrre Anthon ante la enormidad de su montón de significado?
Leer Nada es como
recibir una bofetada con la mano abierta. Te duele y te despierta.
Es abrumadora. Cruda. Cruel. Una extraña mezcla entre un
revisitado Señor de las moscas y una
fábula filosófica sobre el sentido de la vida y la búsqueda de la propia
identidad.
Es aterradora y bella a la vez. Porque es el reflejo donde vemos
algo que evitamos mirar.
Yo, al igual que la autora en su epílogo, no entiendo la
polémica que generó su publicación y me parece absurdo que dijeran que inducía
al suicidio. A lo único que induce es a pensar.
Es un GRAN libro. Vais a tener que leerlo.
SLHLT
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