Hay
libros que no se leen, se escuchan. Como bestias es uno de ellos.
En un pueblo perdido entre montañas, una niña aparece de la nada y desata una tormenta de rumores. Pero no está sola. Alguien ha estado cuidando de ella.
En esta historia también caben un joven con fuerza descomunal, una madre que lo protege y un coro que canta entre capítulos, un guiño a la tragedia griega en medio de una fábula rural en pleno siglo XXI.
La historia se construye con muchas voces, como si cada vecino del pueblo tuviera algo que decir o algo que ocultar. No hay un narrador, solo testimonios que se entrelazan y versos que resuenan como ecos de leyendas antiguas. Y una pregunta que lo atraviesa todo: ¿Quién decide lo que es normal? ¿Hay una forma correcta de vivir?
Violaine Bérot logra lo que pocos: contar una historia enorme en muy pocas páginas. Su prosa es directa, pero deja espacio para la emoción, para el temblor, para la belleza.
Estáis ante una fábula moderna, un alegato contra el prejuicio, y una joya que se lee en una tarde, pero que te deja temblando y que se queda contigo mucho más tiempo.
Fantástica.
No os la podéis perder.
SLHLT
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