Un lugar a donde ir es la segunda parte de Puerto escondido. Y aunque son libros que se pueden leer de forma
independiente, ya que la historia principal se cierra en cada uno de ellos, y no
hay demasiados “spoilers”, yo os pediría que los leyerais en orden, pues
disfrutaréis más de la trama y de ir descubriendo a los personajes. Dicho esto,
¡vamos al lío!
Seis meses después de haber resuelto los crímenes que tuvieron
en vilo a los vecinos de Suances, la
teniente de la Guardia Civil Valentina Redondo se verá de nuevo inmersa en un
caso de lo más particular: el cadáver de una mujer vestida con un traje
medieval aparece en la Mota de
Trespalacios.
Y nadie ha visto nada.
La cosa se complica al averiguar que
la moneda que llevaba colgada no es de la misma época que la supuesta “princesa medieval”. Y cuando días más
tarde aparece otro cadáver, que nada tiene que ver con ella, pero que también
es portador de una moneda similar, todo apunta a la mano ejecutora de un
asesino en serie cuyos motivos se le escapan.
Mientras Valentina intenta resolver su puzle particular, Oliver trata
de encontrar el paradero de su hermano. La llamada perdida que unas semanas
atrás registró su teléfono móvil ha dado nuevas alas a su esperanza.
Lo que no
sabe es que la llegada de una visitante inesperada trastocará sus vidas de un
modo inimaginable.
Un thriller muy bien cuajado. Una documentación soberbia. Dos
tramas que parecen independientes. Flashbacks al pasado para que el lector descubra
el origen de las relaciones entre los protagonistas. Un narrador omnisciente a
la par que siniestro. Un puñado de historiadores, arqueólogos, geólogos y
espeleólogos buscando secretos bajo la superficie terrestre. Y Cantabria y su paisaje,
ciudades, ríos, museos y cuevas, como escenario y coprotagonista de toda la
historia. Esto es lo que os vais a encontrar y lo que hace de este libro una
lectura muy entretenida que seguro que vais a disfrutar.
Aunque la historia de Puerto escondido me gustó más, en
esta segunda parte los personajes están mejor dibujados y son más creíbles.
Seguro que os gusta.
SLHLT
Y de propina, la banda sonora del libro en Spotify.
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