Arado torcido

Aunque la esclavitud fue abolida, en Brasil todavía hay comunidades que viven en las haciendas de los terratenientes como si fueran esclavos, con un salario exiguo, pagando la renta por las viviendas que ellos mismos levantan con los alimentos que producen, viviendas que solo pueden construir con barro y mampostería para que, una vez abandonadas, el tiempo y los elementos las hagan desaparecer sin dejar el menor rastro de los que un día allí vivieron.

Bibiana y Belonísia son dos hermanas que viven en la hacienda Água Negra. Un día, rebuscando en la maleta de su abuela, encuentran un cuchillo envuelto en trapos y Bibiana se corta la lengua. Este accidente, que las unirá aún más durante su infancia, pues será Belonísia la voz de ambas, las separará cuando crezcan y sus caminos se separen: Bibiana se quedará en la hacienda sufriendo la crudeza del campo y del sistema patriarcal, mientras Belonísia se marchará a la gran ciudad, tendrá acceso a la educación y se implicará en la lucha de los trabajadores.

Lectura diferente que pone ante nuestros ojos una realidad poco conocida por estas latitudes.

Me ha resultado muy interesante y me ha gustado mucho.

SLHLT