A Turco, como a muchos
de nosotros, “la Crisis” nos cambió la vida: yo me convertí en profesora y
Turco, en detective privado.
Esta historia comienza
con un caso rutinario, que huele a trampa por todas partes.
<<El tipejo aquel trataba de disimularlo, pero se veía de
lejos que era catalán. O más bien se oía. Su forma de pronunciar las “eles” y
las palabras que acabadas en “de” no dejaba lugar a las dudas. Lo cual no
habría tenido nada de malo, me apresuro a aclarar, si el tipejo aquel no se
hubiera presentado como Baldomero Bieito, ejecutivo comercial gallego de una
Multinacional de Distribución>>.
Y terminará enredándose
mucho más: la muerte “accidental” de Cosme, excuñado de Turco y la petición de Mónica,
su exmujer, de investigar lo sucedido, irán desgranando poco a poco algo mucho
más oscuro y sórdido de lo que cabía esperar.
<<Se ha caído… Se ha caído por el balcón y se ha matado…
Por el balcón de su casa… Parece que se estaba peleando con Carlos… Que le
estaba pegando a Vera y que Carlos la defendió… No sé… Eso han dicho…>>.
Con un ligero y sutil
aire a lo Marlowe, pero del siglo XXI y mucho menos atormentado y misógino, el
autor construye un personaje redondo y una trama que atrapa y entretiene a
partes iguales. Me ha gustado mucho. Y eso que yo soy muy “especialita” y muy
leal a mis “detectives favoritos”.
Presiento que este es el
comienzo de una hermosa saga…
Y no pinta nada mal.
SLHLT