jueves, 13 de febrero de 2020

Seis formas de morir en Texas

<<Algunas de las historias más singulares que suceden entre los muros de una prisión no pueden ser contadas. Algunas de las historias más extraordinarias que suceden entre las lindes de un continente tampoco. Pero de todas las crónicas, ninguna entraña tanta dificultad a quien intenta comunicarla como la que sucede dentro de los límites del ser humano>>.
Tres personas protagonizan esta historia. Tres seres unidos y separados por un corazón. Un mismo latido. Dos continentes. Y la peor versión de la palabra humanidad.
Un hombre con los ojos vendados arrodillado frente a un muro. Una pistola. La orden es que el disparo no lo mate al instante. El trasplante de un corazón arrancado de un cuerpo aún vivo tiene más probabilidades de éxito. Y quien lo espera no hará preguntas. Elige vivir a cualquier precio, porque es un precio que se puede pagar con dinero… Y, así, vuelve a latir. A bombear sangre. En otro cuerpo. En otro país. Bajo otra piel. Sin pensar que, al otro lado del mundo, una promesa perseguirá esos latidos y tratará de pararlos, para que su legítimo dueño pueda descansar en paz.
2017. Texas. Unidad de Mountain View. Corredor de la muerte. Robyn nos muestra su mundo. Dieciséis años de oscuridad. Un padre recién descubierto, Zhao, y sus cartas. Quieren sus latidos, antes de que la inyección letal acabe con ellos. Duda. Acepta. Solo algo a cambio: poder ver su reflejo en el espejo antes de morir. Y aprender a leer. Y devolver la mirada de los que vayan a observar su muerte, para que se pudran en su memoria.
<< Hace unos años, el certificado de defunción de una condenado a muerte en Texas, se marcaba una casilla incluida para tal propósito, esta casilla indicaba: <<Muerte por envenenamiento letal>>. Pero ahora el certificado de defunción ha cambiado, y se ofrecen solo seis casillas, que deben compendiar las seis formas de morir en Texas:
-       Muerte natural.
-       Accidente.
-       Suicidio.
-       Homicidio.
-       Desconocida. / No se puede determinar.
-       Pendiente de investigación.
Actualmente la casilla que el funcionario debe marcar en el caso de una ejecución es la de homicidio. Por tanto, los certificados de defunción que dejamos los condenados a muerte son el testimonio legal de que el Estado comete, de manera regular, homicidio. Ignoro por qué no existe una casilla para el asesinato. En el caso de que existiera, nuestra defunción debería marcarse con una cruz en esa casilla, pues la muerte que se nos impone se da bajo los agravantes de alevosía –el que va a morir no puede defenderse y el agresor no corre ningún riesgo-, ensañamiento –la agonía del que va a morir se aumenta deliberadamente- y precio, recompensa o promesa –el verdugo recibe una retribución económica por cumplir con su cometido>>.
Este libro, original, valiente, profusamente documentado y muy bien escrito, es una crítica al sistema penitenciario de Estados Unidos y una denuncia al tráfico de órganos llevado a cabo con el beneplácito del Gobierno Chino.
La mezcla entre ficción y realidad lo hace aún más poderoso porque la verdad está ahí, existe y no es una invención de la autora ¡Ojalá lo fuese! Y por ser verdad, abruma, desgarra, hace tiritar el alma y convierte el tuétano en escarcha.
No dudéis. Leedlo. Es un canto a la libertad y a la vida. A pesar de muchos. A pesar de todo.
Marina Perezagua ha hecho magia.
SLHLT

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