lunes, 15 de abril de 2024

Soy fan

<< Espío por internet a una mujer que se acuesta con el mismo hombre que yo. A veces cuando veo sus stories demasiado pronto la bloqueo durante un tiempo para que no sepa que actualizo su página quince veces por minuto mientras Netflix reproduce algo de fondo en mi portátil; se me remueve el estómago de placer cuando aparece el anillo rojo alrededor de su foto de perfil. Tiene decenas de miles de seguidores, su cuenta está verificada, y es hija de uno que es famoso en Estados Unidos. Un torrente constante de peña blanca le hace la rosca en los comentarios de los posts. Expresa opiniones sobre objetos domésticos a los que yo nunca antes había dedicado ni un solo pensamiento; tiene gustos muy precisos sobre las velas de cera de abejas, cubre la mesa con manteles exquisitos en previsión de la cena, sabe dónde comprar piezas de ceramistas prestigiosos en edición limitada, se gasta alegremente trescientos dólares en un jarrón en el que exhibe flores de hinojo súper-súper-ecológicas, es decir, dejando claro que hay productos ecológicos y productos ecológicos, mientras el resto del mundo padece una crisis económica ella se autorregala un anillo de quinientos dólares y lo luce en un selfi. Usa un filtro de Instagram que difumina las imperfecciones, le afina las mejillas y borra como una sustancia radiactiva las dos líneas profundas en forma de uves superpuestas que se le marcan en la frente y se le ahondan cada vez que arquea las cejas. Cuando las veo me atraviesa una repentina sensación de satisfacción. Pide para llevar a los restaurantes apropiados, parece conocer a todo el mundo en las altas esferas de la sociedad, es aceptada en círculos que a mí me parecen inaccesibles. Algunas veces me pregunto qué le diría si alguna vez la conociera, ¿le hablaría de nuestro vínculo? ¿Le contaría que sé dónde vive, le contaría cómo adiviné que había terminado con su novio? >>

Una mujer joven, se obsesiona, hasta llegar al acoso, con una famosilla de Instagram y con el hombre con el que se acuesta, con el que tiene una relación tóxica de la que, en el fondo, no se quiere librar.

Este es el argumento de Soy fan. Un libro repetitivo y bastante circular, dividido en capítulos cortos, con títulos en minúscula, texto sin justificar y oraciones subordinadas hasta el infinito. Imagino que para simular la forma de escribir y publicar textos en redes sociales.

Aunque es tremendamente ácido y crítico con el mundo de los “influencers”, sus problemas del primer mundo, su narcisismo y su postureo; es bastante convencional en cuanto a los roles asumidos por las mujeres protagonistas: “loca controladora, obsesiva y desquiciada” y “femme fatal que me arruinó la vida”.

Historia rápida y fácil de leer, aunque no tanto de digerir. Me sacó bastante de mi zona de confort. 

SLHLT

No hay comentarios:

Publicar un comentario