El tiempo pasa. Y con él la vida. La vida de tres personas, que
veinte años atrás fueron cuatro.
Y no sabemos sus nombres. Quizás la madre se llame Teresa, o
María, o Laura. Da igual. No importan los nombres. Importa el dolor. Que es lo
único que no pasa, que no termina, que no cesa, y que acaba siendo el único
lazo que los mantiene unidos.
¿Por qué no para ese dolor? Porque no le dejan marchar. Porque
están estancados. Paralizados. Y no han sabido moverse. No han querido. Y ahora
ya es tarde. Demasiado tarde.
La muerte de un hijo mucho tiempo atrás. El principio del fin. De
su fin como familia. De su cariño. De su vida tal y como la entendían y que no
supieron ni quisieron reinventar. ¿Y qué son ahora? Un matrimonio que no se
habla, ni se siente, que no es capaz de reconocerse en los ojos del otro. Un
padre que busca templar su alma en cuerpos más jóvenes. Una hija un poco
inmadura que mendiga un afecto que no existe de un padre que ya hace mucho que
no la quiere, que la culpa y ya no la soporta. Una madre que ha aceptado todo,
que se ha conformado, que no ha peleado, que no ha gritado, que ha agachado la
cabeza…
Pero ahora esa madre quizás empiece a reaccionar, su padre se
está muriendo en el hospital, y algo le empieza a latir por dentro. Quizás haya
un lugar donde comenzar. Sin mirar atrás. Sin mochilas. Sin explicaciones. Una
casa en Bleturge.
Con frases sencillas Isabel Bono teje, uno a uno, los
capítulos de este libro, que tienen vida propia y que podrían existir por sí
mismos. Y entre ellos, el silencio. Un silencio cómplice, que obliga a que sea
el lector el que complete esos puntos suspensivos, que imagine nombres para los
personajes y que les dé el final que crea oportuno.
Una historia triste, casi lírica, muy original en la forma y
maravillosamente escrita.
Me ha gustado mucho. Y también me ha hecho sufrir.
SLHLT
Hola, siento haberte hecho sufrir. Aunque eso es buena señal, ¿no? Lo malo es que te hubiera dejado indiferente :) Ojalá supiera escribir de ese modo que hace feliz a los demás. Seguiré intentándolo, fijo que sí ;) Gracias y un beso!
ResponderEliminarHola, Isabel. No te preocupes, que ese "sufrimiento" es del bueno. Me ha gustado mucho tu libro y te agradezco que te hayas pasado por aquí a saludar y a comentar. Nunca me habría imaginado que podías acabar leyendo mi opinión de "Una casa en Bleturge". Mil gracias.
EliminarAún tengo pendiente descubrir tu poesía, pero cualquier día me pongo con ella.
Un beso.