Si algo te eriza el vello de la nuca y te hace latir el corazón
más fuerte; si notas un nudo en la garganta y te falta el aire; si sientes que
habitas otro cuerpo y ves el mundo con ojos diferentes; si notas una piel distinta
calentándote los huesos y pierdes pie porque la realidad se aleja; si el
estómago te hace ascos ante la crudeza de un recuerdo y la bilis te amarga las
heridas…
Estoy por apostar que estás leyendo poesía.
Porque eso es lo que hace. Al menos eso es lo que me hace a mí
la poesía. Pero corrígeme si me equivoco, pues mi ignorancia es grande en este
tema y solo puedo hablar desde las tripas.
Si no estuvieras leyendo… ¡Corre al médico!
Para celebrar el Día Mundial de la Poesía, quisiera compartir
con vosotros la nana que Miguel Hernández escribió desde la cárcel a su hijo
Manuel Miguel, tras recibir carta de Josefina haciéndole saber que solo tenían
para comer cebolla y pan.
SLHLT
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