miércoles, 30 de octubre de 2024

Antes de que llegue el olvido

<< ¿Sabes qué hice cuando lo supe…?

Marchar de allí, Marina. Huir de Chístopol.

Era una tarde de otoño de 194, a orillas del Kama.

Poco antes, a finales de septiembre, fui evacuada de Leningrado. Había empezado el cerco, y en todas partes reinaban la destrucción y la muerte. Yo estaba muy débil. Partí en avión rumbo a Moscú y, una vez allí, supe que la Unión de Escritores planeaba trasladarnos a una república tártara. Desde la capital, nos llevaron en tren hasta Kazán. Era un tren destartalado, de vagones húmedos y estrechos, y en los compartimentos con bancos de madera flotaba un hedor sofocante. Se oían protestas y cundía el nerviosismo por hacernos viajar en esas condiciones, hacinados y sin higiene alguna, aunque a mí me daba igual. Yo iba con Pasternak, y en compañía de Borís tú sabes bien que una se olvida de todo. Después de algún tiempo sin vernos, poco importaban la incomodidad y el malestar, ni que todo se desmoronase a nuestro alrededor. >>

 

En Antes de que llegue el olvido Ana Rodríguez Fischer escribe una carta ficticia que la poeta rusa Ana Ajmátova remite a la también poeta Marina Tsvietáieva, veinte años después de su muerte. Aunque solo se vieron una vez, su conexión, su talento, su admiración y respeto mutuo forjaron una gran amistad entre ellas.

En esa carta, Ana le habla de su infancia, de sus aciertos, de sus derrotas, de sus hijos, de su matrimonio, de sus amores, de sus amantes, de sus amigos, del hambre, de la huida, de la persecución, de la poesía, de la revolución, de la guerra, del arte, de la traición, del exilio, de la muerte y de lo que pudo ser y no fue.

Ana y Marina fueron dos poetas a las que Stalin quiso silenciar, pero no lo consiguió pues hoy en día se siguen publicando sus obras.

<< Cuando una mujer escribe lo hace para todas las que han callado miles de años, siguen callando aún y callarán por siempre jamás. >>

Estáis ante una obra con un trabajo de documentación mastodóntico a sus espaldas. La autora es una gran estudiosa y conocedora de la literatura rusa y ha conseguido mezclar con maestría datos reales con ficción. Gracias a ella he descubierto a estas dos poetas y, aunque por momentos el exceso de información me ha abrumado, la lectura ha merecido la pena.

SLHLT

martes, 15 de octubre de 2024

22 largos

 << Leche de avena, leche de almendras, mus de anacardo, frambuesas ultracongeladas, humus, copos de avena Köln, semillas de chía, plátanos, pasta de espelta, aguacate, aguacate, aguacate. Juego a que no puedo levantar la vista. De unos treinta, varón, desgarbado, gafas sin montura, camiseta Levi’s, adivino, digo “30,72 euros”, por fin levanto la vista, y cuando veo el logo de Levi’s es bastante guay, y quizá incluso el punto culminante de mi jornada hasta hoy. Sin duda es una chica joven, pero adivinar lo de la camiseta ya es muy fuerte. >>

Tilda es una chica universitaria que adora las matemáticas y que reparte su tiempo entre las clases en la universidad, el trabajo como cajera en un supermercado, el cuidado de su hermana Ida y el tratar de que su familia se mantenga a flote. Por eso al final del día, y como válvula de escape, se acerca a la piscina y nada 22 largos.

No lo tiene nada fácil. Su padre la abandonó cuando era solo una niña, el padre de Ida más de los mismo, su mejor amigo murió, y su madre es alcohólica e incapaz de conservar un empleo.

Pero ahora se le presenta una oportunidad: uno de sus profesores le ofrece una beca para hacer el doctorado en Berlín. Es su momento. Para poder hacerlo tiene que asegurarse de que su hermana pequeña esté bien y prepararla para soportar la vida sin ella, en una casa que es un polvorín y con una madre que es una bomba a punto de estallar. Tiene lo que queda de verano para conseguirlo. Si no está segura, no podrá irse. 

Y la vida seguirá igual.

<< La certeza de que puedo perder muchas cosas, un padre, una madre, una infancia normal, de que nada es seguro y consistente, pero a pesar de todo los libros quedan, de que nadie me puede quitar esas historias, esos mundos a los que puedo huir, me tranquilizaba y me hacía invulnerable. Sabía que, por mucha mierda que pudiera caerme encima, ese poquito de felicidad no podía quitármelo nadie. Y ahora creo que Ida también lo sabe. >>

Aunque en esta historia se habla de muchas cosas: drogas, malos tratos, violencia, suicidio o relaciones tóxicas, el tema principal es la relación entre las dos hermanas. La ternura y el cariño entre ellas, y el efecto transformador que conlleva, es lo mejor de la novela.

Empecé a leerla bastante a ciegas y me ha encantado.

Totalmente recomendable.

SLHLT