sábado, 31 de diciembre de 2022

Pequeñas desgracias sin importancia

Todos los días de nuestra vida, desde que tenemos uso de razón y podemos valernos por nosotros mismos, tomamos una decisión: continuar viviendo o abandonar.

 

La elección no siempre depende de lo felices que nos sintamos ni de lo bien o mal que nos vaya en la vida. A veces es un simple y terrible “no poder más”.

 

Buscamos un mensaje oculto en los suicidios, una explicación, una responsabilidad, un qué no he visto, un qué podía haber hecho para evitarlo. Pero, casi nunca tiene que ver con nosotros, los observadores, los amantes, los acompañantes, los que decidimos continuar un día más. Y es muy probable que quien haya intentado quitarse la vida, lo vuelva a intentar una y otra vez, hasta lograrlo.

 

Cuando la persona que quiere morir es brillante, hermosa, amada, con talento, con una relación y un trabajo enriquecedores, solvente, prestigosa y respetada, directamente nos explota la cabeza.

 

Y si esa persona es nuestra hermana, todavía más.

 

De esto trata Pequeñas desgracias sin importancia. Elfrieda y Yolandi son dos hermanas criadas en una comunidad menonita, de la que huyen en cuanto pueden. Elfrieda es una pianista brillante de fama mundial, casada y sin problemas económicos. Yolandi se dedica a escribir historias de rodeo, tiene dos hijos de padres diferentes y ya va por el segundo divorcio. Pero Elf se quiere morir y después de varios intentos le pide a Yolandi que la ayude.

 

¿Cómo conseguir que la persona que más quieres en el mundo desee seguir viviendo? ¿La ayudarías si todos tus intentos fueran en vano y no sirvieran para nada más que causarle dolor?

 

Con tintes autobiográficos, Miriam Towes escribe una novela fantástica, tierna y dolorosa, donde el humor le da un contrapunto único y con la que no podrás evitar reírte y emocionarte.

 

Maravillosa.
SLHLT
 

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