Cuentos de amor de locura y de muerte. Así,
sin coma, es como lo concibió su autor hace ya cien años. Y esa sutil ausencia
describe a la perfección la naturaleza de los relatos que la componen,
convirtiendo amor y locura en dos conceptos que se corresponden, que se
complementan, que se buscan, que se encuentran, y que son casi imposibles de separar.
¡La inmortalidad es esto! Que un siglo después alguien siga
leyendo tu obra y recomendándosela a los demás. ¡Quién te lo hubiera dicho, Horacio
Quiroga! Tú, que viviste una vida desdichada, perseguida por la fatalidad y la
desgracia, y que decidiste terminar tus días en un vaso de cianuro, te
convertiste en inmortal gracias a tus historias.
Estos relatos te vapulean. Te golpean. Te dejan sin aliento. Son
historias corrientes solo en apariencia, que envueltas en una prosa magnífica, te
hacen sentir el aliento del protagonista en la cara, el palpitar de su corazón,
el calor sofocante en el aire quieto o los escalofríos de una fiebre que no
presagia nada bueno. La locura y el amor se mezclan, no importa el escenario:
el hogar, la ciudad, la granja o la selva. Y el ser humano no puede escapar al
destino inexorable que es la muerte. Pero pudiendo llegar a ella embellecido y
limpio, decide ir por el camino oscuro y se deshumaniza, adquiriendo sesgos
salvajes e incluso animales.
Cada uno tendrá su relato favorito, pero yo me quedo con “La
gallina degollada”.
Un matrimonio ve como, uno tras otro, sus cuatro hijos varones, a
las pocas semanas de nacer, sufren de fiebres y convulsiones que los sumen en las
tinieblas y los vuelven idiotas e incapaces de hacer otra cosa que no sea
imitar los comportamientos de los demás. Al quinto intento, nace una niña, ¡y
está sana! Tal es la felicidad de los padres, que solo tienen ojos para ella y
olvidan a los demás, que pasan el día en un banco del patio viendo pasar la
vida. Un día ven cómo la sirvienta degüella una gallina que acabará en el
puchero. Y la vida sigue… Pero una tarde, al volver del paseo, la hija pequeña
se suelta de la mano de su madre y vuelve sola a casa, donde se encuentra con
sus hermanos, que la degüellan, como vieron hacer a la criada con la gallina.
¿Cómo os quedáis? Ya no hago más “spoilers”. Eso sí, os animo a leerlos. Cada uno a su ritmo y con la
moderación o premura que el corazón os vaya pidiendo.
SLHLT
Hasta hace poco este libro estaba descatalogado en España, pero Uve Books decidió reeditarlo con gran acierto. Y no lo digo solamente por los relatos, sino por lo preciosa que es la edición, con una portada con textura que le va como anillo al dedo y con una papel de altísima calidad que da gusto oler, tocar y leer, claro.
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