El bullicio y la vida ya hace tiempo que abandonaron Paraíso
Alto. Hoy es un pueblo fantasma perdido de la sierra turolense. Y, cual esqueleto
que un día albergó latidos, secretos e historias, ha quedado reducido a un mero
cascarón polvoriento en el que, de tarde en vez, recalan los suicidas.
A esta Comala del Maestrazgo llega nuestro protagonista, un
hombre sin nombre, con intención de poner fin a sus días. Pero, sin saber muy
bien cómo ni por qué, cambia de opinión y decide quedarse a ejercer “de ángel”.
Se instala en la vieja casa del alcalde y rebusca entre sus paredes y muebles
destartalados y polvorientos cualquier vestigio de los que un día allí
habitaron. No queda nada. Solo un viejo diario da testimonio de que Paraíso Alto
un día fue algo más que el lugar al que ir a morir.
A las afueras del pueblo queda una única casa habitada, la de
Carmen, que se apiada de este extraño ángel, y le da de comer a escondidas de
su hermano.
Mientras tanto, extraños personajes van llegando a Paraíso Alto:
un banquero corrupto, una mujer que camina con las manos, una actriz porno, un
camarero cocainómano, dos gemelas en sillas de ruedas motorizadas, su tía, un
soldado que deserta del ejército, un payaso y hasta un antiguo amor.
Nuestro protagonista los recibe, los escucha y vive una última
aventura con ellos. Después, cuando están listos, les canta su canción.
Original, en ocasiones surrealista, sin juzgar y con un sentido
del humor inteligente y a veces rayando en lo absurdo, este libro trata el tema del
suicidio. Pero no un suicidio de huida, desesperado y como último recurso, sino
como un final elegido de forma consciente y digna.
Me ha gustado mucho.
SLHLT
No hay comentarios:
Publicar un comentario