“Decías que los antílopes
tiene una visión diez veces más potente que la nuestra. Fue al comienzo, o
casi. Eso significa que en una noche clara pueden ver los anillos de Saturno.”
¡Qué bonitos son los comienzos de una historia de amor! No hay mejor sensación en el mundo que estar enamorado en esos primeros compases de una relación, antes de que todo mute y, sin dejar de ser amor, se convierta en otra cosa.
¡Qué bonitos son los comienzos de una historia de amor! No hay mejor sensación en el mundo que estar enamorado en esos primeros compases de una relación, antes de que todo mute y, sin dejar de ser amor, se convierta en otra cosa.
Si me preguntas de qué va este libro, la respuesta corta sería: de un matrimonio en crisis. ¿Y la
respuesta larga? Una mujer de mediana edad, americana, que en un tiempo
escribió un libro, y tiene muchos más libros frustrados en su cabeza, que
dedica sus horas a dar clases de escritura creativa en la universidad. Y está
casada. Y tiene una hija. Y un amigo filósofo. Y la vida pasa. Y el matrimonio
cambia. Y las chinches no se van aunque hiervas la ropa, eches veneno y lo
envases todo al vacío. Y él acepta un trabajo que no le llena. Y ella quiere
saber qué habría pasado si hubiera seguido escribiendo. Y la niña crece. Y se
cambian de casa. Y la infidelidad lo llena todo. Y hay que elegir: seguir
adelante o volver a empezar.
Jenny Offill ha sido un gran descubrimiento.
Sin ser original en la historia, lo es en su planteamiento. Es una novela
fragmentada, escrita en párrafos cortos, como una especie de diario de
pensamientos, como un conjunto de estados en una red social, salpicados de esas
ideas locas o no tan locas que a todos se nos pasan por la cabeza:
Ella se imagina cómo se
sentiría en el funeral del filósofo. Y cómo se sentiría en el de su marido. Se
lleva la mano al corazón durante un segundo y la deja allí. Sí, sigue latiendo.
De citas de pensadores:
Lo que dijo Rilke: Quiero
estar con los que conocen cosas secretas; si no, prefiero estar solo.
Lo que dijo Kafka: Escribo
para cerrar los ojos.
Lo que dijo Singer: Me
pregunto lo que pensaría la gente, hace miles de años, de las chispitas que
salían cuando se quitaban la ropa de lana.
De sensaciones que salen de las tripas, de preguntas que hacen
los hijos…
¿Te morirás antes que yo?
¿Sabes cuántos perros tenía George
Washington?
¡De vida!
¡De vida!
Muy original. No te deja indiferente. Se lee de una sentada,
pero se queda contigo mucho más tiempo. Muy recomendable.
SLHLT
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