Sandra Suárez Berlanga, profesora de Lengua y Literatura con un talento escénico enorme y un gran futuro por delante, se mueve en esta obra entre lo cotidiano y lo poético, como si el mundo pudiera transformarse con solo mirar de otra manera.
El algodón del título no es solo materia: es símbolo, es refugio y es memoria.
Pero bajo la suavidad del título se esconde una lectura política y emocional poderosa. Porque Algodón mágico no solo habla de la necesidad de ser uno mismo sin esconderse, de la injusticia de cargar con secretos heredados y de los falsos aliados (lobos con piel de cordero). También reivindica la diversidad sexual, denuncia la violencia obstétrica y hace apología de la sororidad, la libertad y la justicia (aunque a veces no quede más remedio que tomársela una por su mano).
Es teatro hecho con mimo, muy pensado y muy real. Con diálogos madurados, creíbles, y con una sensibilidad que emociona sin caer en lo fácil.
Una pequeña joya que merece ser leída, compartida y representada.
No os la perdáis.
SLHLT