Bruna
Husky, mientras se acostumbra al nuevo cuerpo de androide de cálculo al que ha
sido trasplantada su conciencia y su memoria, se embarca en una nueva
investigación, de la mano de Paul Lizard. En esta ocasión ha de averiguar quién
está detrás del atentado contra un almacen de flops: cerebros humanos
conectados a ordenadores cuánticos. Una forma de inmortalidad reservada solo a
unos pocos. Aunque todo apunta a los “todistas”, un grupo radical que
está comenzando a aflorar en los últimos tiempos, nada es lo que aparenta ser y
Bruna y Paul no harán más que dar palos de ciego.
<< La
Tierra tiene cuatro mil quinientos millones de años; el Universo, quizá trece
mil ochocientos millones. Los homínidos, unos dos millones de años; los humanos
como nosotros (qué extraordinario que me reconozca como humana; pero lo soy, un
clon), apenas trescientos mil años. Y qué raras criaturas somos los humanos,
animales irresponsables y crueles, animales difíciles. Desde hace cosa de siglo
y medio, solo siglo y medio o poco más, y por primera vez en la historia, los
humanos hemos empezado a poner en peligro de extinción a nuestra propia especie
por nuestra mala gestión. Y no una sola vez, sino en repetidas ocasiones y con
diversas posibilidades de aniquilación. Primero con la energía nuclear, después
con el calentamiento climático, luego con las pandemias que ese calentamiento
está originado, a continuación con las Guerras Robóticas y ahora también con la
Inteligencia Artificial. >>.
En esta cuarta entrega de la saga Husky, despediremos a algún personaje muy querido y dejaremos a Bruna aprendiendo a vivir sin contar los días que le quedan como una condena.
Rosa Montero dice que ha despedido a Bruna con dignidad y que este es su último capítulo, pero que lo que sí tiene en mente es un libro de relatos relacionados con todo el universo Husky, los cuales serán más que bienvenidos.
Pero yo espero una quinta entrega…
A ver qué pasa.
SLHLT
No hay comentarios:
Publicar un comentario