Henri Valhubert es
asesinado en pleno mes de junio en Roma, la ciudad eterna, frente al palacio
Farnesio. Henri era un coleccionista
de arte francés a cuyas manos había llegado, días atrás, un boceto de Miguel Ángel. No era falso. Pero su origen
despertaba sus sospechas: alguien podía haberlo sustraído de la Biblioteca
Vaticana.
¿Fue este el verdadero motivo que le hizo viajar a Roma en pleno
verano? ¿Qué asesino mata hoy en día haciendo beber cicuta a la víctima?
Aquello era una fiesta llena de gente y Henri
buscaba a su hijo Claudio. ¿Qué
quería contarle? ¿Verdaderamente nadie vio nada?
Así comienza Los que van a morir te saludan. A
partir de este momento los “tres
emperadores”: Claudio, Tiberio y Nerón, tres amigos de lo más singular que viven y estudian juntos
en Roma; junto con la madrastra del primero, su hija y su amigo Lorenzo, un
investigador francés y otro italiano, se verán inmersos en una historia donde
nada es lo que parece, en la que casi todos tienen algún secreto que ocultar y donde
cualquiera de ellos podría ser el asesino.
Se trata de una novela negra sencilla pero muy bien trazada, con
los giros argumentales suficientes para darle agilidad y en la que vas saltando
de sospechoso en sospechoso según la autora lanza sus dados.
En mi opinión, lo mejor de esta historia son los extravagantes y
fantásticos personajes de “los tres
emperadores”. Solo por ellos merece la pena… Aunque yo sigo prefiriendo a Adamsberg.
Una muy buena opción para este verano.
SLHLT
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