lunes, 12 de diciembre de 2016

Los crisantemos

Elisa Allen es la mujer de Henry, el dueño de un rancho en el valle de Salinas, en California. Mientras trabaja en su jardín, Henry negocia la venta de unos terneros. Ha obtenido un buen precio y saldrán a celebrarlo.
Elisa está orgullosa de sus manos, esas “manos de plantadora”, que son capaces de hacer crecer cualquier cosa.
Un buhonero fuera de su ruta habitual se acerca hasta su granja. Y charlan. Hace su trabajo y se va. Y Elisa se pone a pensar en su vida, en la vida de las mujeres, en cómo podría ser, en qué serían capaces de hacer, si fuesen libres, si las dejarán. Son los años 20.
¡Qué complicado es decir tantas cosas en tan pocas páginas!
Este relato, de prosa clara, obliga al lector a leer entre líneas y a reflexionar.
Los verdaderos maestros en cualquier disciplina son los que hacen que parezca fácil lo difícil. Me quito el sombrero ante el Señor Steinbeck. He leído muy poco de este autor, pero es un error que espero tardar poco en corregir.
Muy recomendable.                                                                                                                 SLHLT
P.D. La edición ilustrada de Nórdica Libros es una preciosidad.

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