jueves, 8 de diciembre de 2016

La confesión de la leona

"Dios fue mujer. Antes de exiliarse lejos de su creación y cuando todavía no se llamaba Nungu, el actual Señor del Universo se parecía a todas las madres de este mundo."
Kulumani es una aldea pequeña y olvidada de Mozambique donde las creencias, la tradición y la superstición se transmiten de generación en generación, de la misma manera que se transmite el sometimiento a las mujeres. Grave pecado, ya que son ellas las que tejen el universo, pues:
"cuando sus vientres se redondean,

se añade un pedazo de cielo."
En este remoto lugar las leonas han comenzado a atacar y matar a mujeres dentro de la aldea. Nunca antes había pasado.
El miedo y los malos augurios se apoderan de la población y deciden llamar a Arcángel Baleiro: el último cazador. Un cazador con una historia a sus espaldas y una gran tristeza sobre sus hombros. Él lo sabe. Va a ser su última cacería.
No quiero contar mucho más, tenéis que descubrirlo. Probablemente nada sea lo que parece y el lector flotará entre lo real y lo mágico sin saber muy bien dónde se encuentra en cada momento.
Es una historia contada a dos voces, la versión de Mariamar y el diario del cazador. Distintas y complementarias. Y ambas buscarán a las leonas: a las reales y a las soñadas, a las temidas y a las deseadas, a las de dentro y a las de fuera...
Este libro es un canto a la vida, a la naturaleza y a la mujer.
Y más que escrito está soñado.
¡Qué suerte el haber descubierto a Mia Couto! ¡Qué manera de escribir!
¡Qué final! "Hasta que los dioses vuelvan a ser mujeres, nadie más nacerá bajo la luz del sol."
¡Me ha encantado!
SLHLT

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