"Se la han llevado. Solo tiene dos años. Alguien se la ha llevado..."
Bella
salió a jugar con su gato al jardín delantero mientras su mamá le preparaba la
merienda. Nunca volvió a aparecer.
Dawn,
su madre, el inspector Bob Sparkes, y la periodista Kate Waters no pararán de
buscarla. Cada uno a su manera, cada uno con los recursos a su alcance, y cada
uno perderá algo por el camino.
Tardan
semanas, pero Glen Taylor es acusado de secuestrar a Bella. Su mujer permanece
a su lado. Siempre. Lo defiende. Lo apoya. Le da una coartada. Es absuelto e
indemnizado. No hay pruebas concluyentes, y algunas no han sido conseguidas de
la manera adecuada.
Pasan
cuatro años. Muchas cosas han cambiado. Otras permanecen inmutables. Algunas
son imposibles de cambiar. Jean Taylor, ahora viuda, ha decidido hablar. Ya no
hay nadie a quien temer, ni a quien defender. ¿Qué es lo que sabe? ¿Lo supo
siempre? ¿Víctima o responsable?
Narrada
a tres voces y en dos líneas temporales, la autora nos va descubriendo lo que
ha pasado en la vida de Jean y lo que le ocurrió a Bella.
Poco a
poco y paso a paso.
Esta
novela tiene un estilo "domestic
noir" sutil. Sin necesidad de giros inesperados, sorpresas, morbo,
sangre ni descripciones de actos abominables, te engancha y te mantiene en
tensión, pues la necesidad de saber es apremiante.
Me ha
gustado, sobre todo la parte de la investigación policial y la evolución del
personaje de Jean. Es entretenida y fácil de leer.
Han hecho una campaña publicitaria y de marketing
tremenda que le va grande. Aunque, para ser justa diré que me ha gustado mucho
más que "La chica del tren", con la que ocurrió lo mismo.
SLHLT
No hay comentarios:
Publicar un comentario