martes, 1 de noviembre de 2016

Un perro

Barcelona. Una tarde de principios de verano. Una cafetería. Un hombre sentado en una mesa al lado del ventanal. Es Fer, el hijo de Amalia. Espera. Consulta el móvil una y otra vez. Mira a través del cristal. Pero no ve. Espera. Tiene la camiseta manchada. La espalda tensa. Vuelve a mirar el móvil. Nada. Aún nada. Espera.
Amalia lo ve a través de la ventana mientras pasea a su perrita Shirley y entra. Tropieza y se cae. Amalia está mayor. A Fer cada vez le cuesta más ver en ella a la madre que fue. Se sientan juntos y Amalia, como siempre, lo revoluciona todo.
Fer intenta disimular lo que está pasando, pero Amalia se termina por dar cuenta: ¿Dónde está R?
Así comienza Un perro de Alejandro Palomas. No quiero contar mucho más, tenéis que descubrirlo y bucear en esta novela. No os arrepentiréis. ¡Es una maravilla!
Sin ser una continuación, nos encontramos con la misma familia que en Una madre. ¡Qué gusto volver a verlos! Otro momento crucial en sus vidas. Otro momento en que la única forma de salir a flote y que no se hunda la balsa es remar todos juntos.
¿De qué va esta novela? Pues de vivir, de lo difícil que es; de las cosas que hacemos para que no duela y de lo mal que nos sale; de las pérdidas y las ausencias que vamos sufriendo por el camino y de cómo soportarlas; de que no es lo mismo ser parte de una familia que miembro; de las cosas que no se dicen, de las que se dicen mal, de las que hace falta decir y de los silencios; de que la vida mancha y de que "no dudar... es de cobardes".
¡Ah! Y de los perros de nuestras vidas. La vida con ellos es mucho mejor, sin ninguna duda.      SLHLT

2 comentarios:

  1. ¡Qué libro más bonito!

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  2. Sí que lo es. Muy, muy, muy bonito y muy tierno. Y los que tenemos animales, aún lo entendemos mejor. "¿Pero dónde está R?"

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