Barcelona. Una tarde de
principios de verano. Una cafetería. Un hombre sentado en una mesa al lado del
ventanal. Es Fer, el hijo de Amalia. Espera. Consulta el móvil una y otra vez.
Mira a través del cristal. Pero no ve. Espera. Tiene la camiseta manchada. La
espalda tensa. Vuelve a mirar el móvil. Nada. Aún nada. Espera.
Amalia lo ve a través de
la ventana mientras pasea a su perrita Shirley y entra. Tropieza y se cae.
Amalia está mayor. A Fer cada vez le cuesta más ver en ella a la madre que fue.
Se sientan juntos y Amalia, como siempre, lo revoluciona todo.
Fer intenta disimular lo
que está pasando, pero Amalia se termina por dar cuenta: ¿Dónde está R?
Así comienza Un
perro de Alejandro Palomas.
No quiero contar mucho más, tenéis que descubrirlo y bucear en esta novela. No
os arrepentiréis. ¡Es una maravilla!
Sin ser una
continuación, nos encontramos con la misma familia que en Una madre. ¡Qué gusto
volver a verlos! Otro momento crucial en sus vidas. Otro momento en que la
única forma de salir a flote y que no se hunda la balsa es remar todos juntos.
¿De qué va esta novela?
Pues de vivir, de lo difícil que es; de las cosas que hacemos para que no duela
y de lo mal que nos sale; de las pérdidas y las ausencias que vamos sufriendo
por el camino y de cómo soportarlas; de que no es lo mismo ser parte de una
familia que miembro; de las cosas que no se dicen, de las que se dicen mal, de
las que hace falta decir y de los silencios; de que la vida mancha y de que
"no dudar... es de cobardes".
¡Ah! Y de los perros de nuestras vidas. La vida con
ellos es mucho mejor, sin ninguna duda. SLHLT
¡Qué libro más bonito!
ResponderEliminarSí que lo es. Muy, muy, muy bonito y muy tierno. Y los que tenemos animales, aún lo entendemos mejor. "¿Pero dónde está R?"
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